MADRID 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Sólo el cuatro por ciento de los ciudadanos europeos se han mudado alguna vez a otro país de la Unión Europea, mientras que menos del 3 por ciento lo han hecho a otro país fuera de la UE, según los resultados de un estudio de la La Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo.
El estudio destaca que el 62% de los encuestados percibe la movilidad geográfica como "algo bueno" para la integración europea, y en particular en los ámbitos relacionados con el empleo en el mercado laboral y la economía, así como en lo individual. Sin embargo, los resultados confirman que la tasa de movilidad en la UE es moderada.
De este modo, sólo el 4% de los ciudadanos europeos se han mudado alguna vez a otro país de la UE y menos del 3% a otro país fuera de la UE. Además, al ser preguntados por sus intenciones futuras en este sentido, sólo un 3% de todos los ciudadanos indican que podrían mudarse a otro país de la UE en los próximos cinco años.
No obstante, existe una importante variación entre países, ya que en Malta, Grecia, Italia, Portugal, Eslovaquia, Polonia, Eslovenia y Austria hay una baja movilidad geográfica, residencial o por motivos de trabajo. Por contra, los ciudadanos que muestran una mayor movilidad laboral o geográfica son los de Dinamarca, Suecia, Finlandia, Estonia, Lituania, Letonia, Reino Unido y Holanda. Los españoles muestran una baja movilidad residencial pero más movilidad profesional.
Asimismo, la investigación también examina las diferentes razones para emigrar según los ciudadanos de los distintos países. En los nuevos estados miembros, encabezan el listado de prioridades factores relacionados con el empleo tales como mayores ingresos (59%) y mejores condiciones de trabajo (57%), así como la oportunidad de descubrir cosas nuevas (30%).
Al contrario, en los quince países ya pertenecientes a la UE, las razones pertenecen al ámbito del "estilo de vida y diversión", tales como descubrir nuevos ambientes (64%) y conocer gente nueva (39%). Una cuarta parte de los encuestados mencionó el "mejor tiempo" como una razón de peso para migrar.
Según el director de la fundación, Jorma Karppinen, la movilidad geográfica por razones de trabajo sigue siendo "uno de los grandes retos para Europa", ya que son "preocupantes" las consecuencias negativas para la adaptabilidad del mercado laboral y la competitividad a que puede dar lugar la escasa movilidad geográfica entre regiones y Estados Miembros puedan.
La fundación prevé "grandes variaciones" en el mapa de la futura migración laboral desde los nuevos estados miembros a los actuales integrantes de la UE, aunque en general se producirá "a escala limitada". No obstante, a medio y largo plazo advierte que el mayor reto reside en el impacto de la fuga de jóvenes y cerebros para los países emisores más que para los receptores.