BRUSELAS 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Justicia e Interior de la Unión Europea aprobaron hoy un código comunitario para el control de las fronteras exteriores con el objetivo de luchar de manera más eficaz contra la inmigración clandestina y el tráfico de seres humanos. El código persigue también la prevención de cualquier amenaza a la seguridad interior, al orden público, a la salud pública y a las relaciones internacionales de los Estados miembros.
El secretario de Estado de Interior, Antonio Camacho, se felicitó de la medida porque, a su juicio, establece "procedimientos comunes" a todos los países de la UE y define que el control de las fronteras exteriores de la UE es una tarea comunitaria. "La Unión Europea trabaja en establecer una política común clara de control de fronteras sobre la base de lo que ha estado impulsando España, que es que el control adecuado de las fronteras exteriores de la UE corresponde a la UE", declaró Camacho a la prensa tras la primera sesión de trabajos del Consejo.
Según el reglamento aprobado el régimen común en materia de cruce de personas por las fronteras no afecta a los derechos de libre circulación de que gozan los ciudadanos de la Unión y estipula que los controles deben realizarse respetando "plenamente la dignidad humana", de una forma "profesional y respetuosa" y ser "proporcionados a los objetivos perseguidos".
Incluye no sólo el control de personas en los pasos fronterizos y la vigilancia entre estos pasos, sino también el análisis de los riesgos para la seguridad interior y de las amenazas que pueden afectar la seguridad de las fronteras exteriores. Además, establece que el sellado sistemático de los documentos de nacionales de terceros países sigue constituyendo una obligación en caso de que se flexibilicen las inspecciones fronterizas, porque da la posibilidad de establecer con certeza la fecha y el lugar en que se cruzó la frontera.
El reglamento no afectará a las inspecciones realizadas en el marco de las competencias de policía, ni a las inspecciones de seguridad de personas en el caso de los vuelos nacionales o la posibilidad de los Estados miembros de hacer inspecciones de equipajes con carácter excepcional.
AMENAZA GRAVE
En caso de amenaza grave para el orden público o la seguridad interior, los Estados miembros deben tener, igualmente, la posibilidad de restablecer temporalmente los controles fronterizos en sus fronteras interiores, pero la amplitud y duración del restablecimiento de los controles en las fronteras interiores deben limitarse a lo "estrictamente necesario para responder a esta amenaza".
Además, debe seguir siendo "excepcional" en un espacio de libre circulación de personas y no deben imponerse formalidades únicamente con motivo del cruce de la frontera. Tampoco afecta al régimen específico que se aplica en Ceuta y Melilla, tal y como se define en el Acuerdo de adhesión de España al Convenio de aplicación del Acuerdo de Schengen.
DESARROLLAR SCHENGEN
La Comisión se felicitó de la adopcion del código, uno de los primeros instrumentos legislativos del espacio de libertad, seguridad y justicia que supone, en su opinión, un "paso fundamental" en el desarrollo de un sistema integrado de gestión de fronteras a nivel comunitario y uno de sus principales elementos legislativos. Basado en una propuesta que el Ejecutivo comunitario presentó en mayo de 2004, el código de fronteras pretende "consolidar, aclarar y desarrollar" las actuales reglas de Schengen en el control de las fronteras exteriores.
También cubre las fronteras internas, donde el control de las personas está en principio abolido, y define claramente las condiciones y criterios para reintroducir temporalmente este tipo de controles en las fronteras interiores de la UE. Según la Comisión Europea, la nueva regulación no sólo hará "más seguro y eficaz" el control fronterizo, por ejemplo en el tráfico marítimo, sino que también refuerza la transparencia respecto a los nacionales de terceros países y sus derechos fundamentales, como el de recurrir en caso de denegación de entrada.