LUXEMBURGO, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Economía de la Unión Europeo prorrogaron hoy seis meses, hasta finales de año, la normativa sobre el IVA para servicios electrónicos por la falta de acuerdo sobre un paquete global cuyo objetivo era combatir la competencia desleal en el impuesto que se aplica a los servicios.
La propuesta de la presidencia austriaca consistía en aplicar progresivamente a los servicios que se prestan a distancia el tipo de IVA del país donde se consumen, y no el del lugar de origen de la empresa como sucede ahora. De esta manera, se evitaría cualquier incentivo a las empresas para instalarse en paraísos fiscales y poder cobrar un IVA más bajo.
Alemania declaró inmediatamente que no podía aceptar la última oferta de Viena y fue secundada por Portugal y Luxemburgo. No obstante, el ministro alemán, Peer Steinbrük, expresó su satisfacción por la actitud positiva del Ejecutivo comunitario para generalizar el modelo de autoliquidación en el IVA como instrumento de lucha contra el fraude.
Ello permite entrever un compromiso sobre un paquete global que incluya la imposición de los servicios en el lugar de consumo, junto con la aplicación voluntaria de la autoliquidación, según dijo el ministro de Economía austriaco y presidente de turno del Ecofin, Karl-Heinz Grassere, que pidió a la Comisión que presente una directiva en este sentido antes de finales de año.
Para evitar un vacío legal y dar más tiempo a los ministros, los Veinticinco acordaron prorrogar hasta finales de año la normativa sobre el IVA para el comercio electrónico, que vencía el próximo 30 de junio. Esta directiva establece que los servicios electrónicos suministrados por países terceros en la UE están sujetos al IVA comunitario, mientras que los que prestan empresas europeas fuera de la UE quedan exentos de IVA.
El vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, expresó su apoyo a la propuesta de gravar los servicios en el país de consumo y dijo que beneficiaría especialmente a España por ser fundamentalmente un país de servicios.
Los ministros de Economía discutieron también sobre la propuesta de la Comisión de crear una base única para el impuesto de sociedades. Francia, Alemania, Italia o Finlandia expresaron su apoyo mientras que otros Estados miembros (como Irlanda, Hungría, Lituania, el Reino Unido o Eslovenia) defendieron que se haga más trabajo técnico antes de volver a abordar el asunto en el Ecofin.
Solbes destacó que la base única sería un "paso más" para poder comparar la fiscalidad entre unos países y otros, aunque reconoció la dificultad del acuerdo por las diferentes tradiciones de los países.
