MADRID 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de la región autónoma de Sur de Sudán se ha ofrecido a mediar en el conflicto entre el Gobierno ugandés y los rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor (LRA), que operan en el norte de Uganda. Por su parte, la oposición ugandesa ha pedido la ayuda de la Unión Africana para facilitar el regreso a sus hogares de los desplazados internos y el Gobierno ha solicitado el apoyo de Naciones Unidas para atrapar, desarmar y enjuiciar a los miembros del LRA.
"Nos ofrecemos a hacer de mediadores", declaró en una entrevista a la prensa internacional el vicepresidente de la administración autónoma de la región de Sur de Sudán, Riek Machar, citado por la agencia misionera de noticias MISNA. "Si las partes aprueban nuestro papel como mediadores, estamos dispuestos a aceptar", añadió.
Machar aseguró además que tanto los rebeldes como las autoridades de Uganda parecen muy dispuestas a negociar y que, por tanto, el proceso podría comenzar "en cualquier momento". El Gobierno no se ha mostrado tan optimista. "Ninguna apertura anterior del LRA ha dado frutos. No creo que estén interesados en el diálogo", declaró el portavoz de la Presidencia ugandesa, Onapito Ekomoloit.
El LRA ha aterrorizado a la población del norte en los últimos 19 años años, con gravísimos abusos contra los civiles y el secuestro sistemático de niños y niñas para reclutarlos como soldados, portadores o concubinas. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) estima que más de 20.000 niños han sido secuestrados por el LRA.
Los campamentos base de entrenamientos del LRA, cuya actividad ha menguado en los últimos meses, se encuentran en el sur de Sudán. El año pasado, el vicepresidente primero del Gobierno sudanés y jefe de Gobierno de Sur de Sudán, Salva Kiir, aseguró que en caso de capturar en territorio sudanés al jefe y fundador del LRA, Joseph Kony, lo entregaría al Tribunal Penal Internacional (TPI) para que respondiera de crímenes contra la Humanidad.
DESPLAZADOS
Por su parte, el partido opositor Congreso del Pueblo de Uganda (UPC) ha pedido a la Unión Africana que envíe fuerzas de paz al norte del país para facilitar el regreso a casa de los desplazados internos --estimados en un millón y medio de personas-- que huyeron de sus hogares a lo largo de los casi 20 años que dura el conflicto. La oposición considera que el Ejército se ha mostrado hasta la fecha incapaz de gestionar el regreso de los desplazados.
Por su parte, el Gobierno ha propuesto la aprobación de urgencia de una ley para crear una comisión autónoma de reasentamiento y rehabilitación de los desplazados.
Según el diario progubernamental 'New Vision', más de 10.000 desplazados han abandonado en los últimos días el "campamento protegido" de Pabo, uno de los más poblados del país y situado a 20 kilómetros al norte de Gulu (capital del distrito del mismo nombre, en el norte). Fuentes militares gubernativas han asegurado que se trata sólo de un proceso de "descongestionamiento" y que aún deberá pasara algún tiempo antes de que puedan regresar a sus hogares.
Hace algunos días, un portavoz del Ejército había informado del inicio del desmantelamiento de los campos de desolazados, pero lo cierto es que el regreso a los hogares resultará muy difícil en algunas zonas, como el distrito de Lira, a causa de la presencia de minas, denunciadas por las organizaciones no gubernamentales.
PETICIÓN A LA ONU
Los ministros de Defensa y de Asuntos Exteriores de Uganda pidieron ayer al Consejo de Seguridad de la ONU apoyo para atrapar, desarmar y enjuiciar a miembros del LRA. El Gobierno ugandés desea la adopción de una serie de medidas para lograr este objetivo, entre ellas que la Misión de la ONU en la República Democrática del Congo (MONUC) y la Misión de Naciones Unidas en Sudán (UNMIS) desarmen a las columnas del LRA refugiadas en esas naciones.
El ministro de Defensa, Amama Mbabazi, subrayó la importancia de los esfuerzos regionales y propuso un acuerdo con la RDC similar al que mantiene Uganda con Sudán, para que se permita a las fuerzas ugandesas entrar en territorio congoleño, bajo supervisión de la MONUC, con el objetivo de perseguir a miembros del LRA.
Mbabazi afirmó que Uganda confía en arrestar a los líderes de este grupo terrorista y entregarlos a TPI, en la Haya. Según el ministro, el poder del LRA se ha reducido desde 2002, y de 5.000 miembros ha pasado a tener en la actualidad unos 500, de los cuales sólo entre 120 y 150 están armados.