NAIROBI, 28 Feb. (Reuters/EP) -
La Unión Africana ha anunciado este sábado el envío a Burundi de 200 observadores, cien de ellos militares, para investigar la ola de violencia en el país desatada desde el año pasado con un despliegue de personal que queda muy por debajo de las peticiones para enviar una verdadera fuerza de paz.
El presidente sudafricano, Jacob Zuma, anunció que la llegada de este contingente todavía no tiene una fecha concreta y se limitó a expresar su "preocupación" por las informaciones que apuntan a más de 400 personas muertas desde el pasado mes de abril, muchas de ellas presumiblemente a manos de escuadrones de la muerte y fuerzas de seguridad a las órdenes del presidente Pierre Nkurunziza, según la oposición.
"Creemos firmemente que la solución a los problemas políticos de Burundi solo se puede alcanzar a través del diálogo pacífico entre todas las partes", ha declarado el presidente de Sudáfrica, cuya decisión parece revelar un acuerdo entre bambalinas entre la UA y Nkurunziza dado que en diciembre la organización anunció el despliegue de 5.000 pacificadores.
Este plan fue rechazado de plano por Nkurunziza, quien hace poco menos de un año desató la crisis política al anunciar su intención de presentarse a un tercer mandato a pesar de que se trataría de una decisión anticonstitucional, según sus críticos.
La otra mitad de este grupo de observadores estará compuesta por supervisores humanitarios con lo que la fuerza armada queda muy por debajo de las solicitudes de la oposición. "Tiene que llegar más gente. Así no se puede abarcar el país", ha declarado el portavoz del opositor UPRONA, Thacien Sibomana. "Siguen callados mientras la gente sigue muriendo".
