GINEBRA, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno uzbeco ha ordenado a los miembros de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que intentaba impedir que los uzbecos que buscan asilo político en otros estados fueran repatriados, que abandone Uzbekistán antes de un mes, según indicó hoy la agencia de la ONU.
La asistente del Alto Comisionado para la Protección perteneciente a ACNUR, Erika Feller, señaló en un comunicado que lamenta la decisión del Gobierno uzbeco de poner fin a las actividades de la agencia de Naciones Unidas, que ha estado presente en el país durante más de una década.
Según indicó Feller, el Gobierno uzbeco le ha remitido un comunicado en el que se lee "ACNUR ha completado sus tareas y no existen razones evidentes para su presencia en Uzbekistán". "Por este motio, el Ministerio pide a ACNUR que cierre su oficina en Tashkent antes de un mes", continúa.
ACNUR indicó que se resistirá a la petición gubernamental, con el objetivo de seguir prestando ayuda a los cerca de 2.000 refugiados afganos y otras personas que han pedido asilo político en Uzbekistán.
Feller destacó que la Agencia está satisfecha con su trabajo en este país y considera que sus acciones se han llevado a cabo conforme al mandato que ha recibido de la Asamblea General de Naciones Unidas.
"Los principios básicos de la protección de refugiados continuarán guiando nuestras actividades en cualquier lugar en el operemos, a pesar de que esto pueda ocasionar consecuencias negativas en nuestras relaciones con un Estado", explicó Feller.
Asimismo, ACNUR explicó que continúa estando preocupado por el incremento de uzbecos que han pedido asilo político en estados de la Comunidad de Estados Independiente (CEI), y que han sido devueltos a Uzbekistán a la fuerza.
Las relaciones entre la agencia de la ONU y el Gobierno uzbeco comenzaron a enturbiarse en mayo de 2005, cuando ACNUR evacuó a Rumanía 439 refugiados uzbecos que habían volado a Kirguizistán para pedir asilo político. Desde entonces, la organización se ha esforzado por trasladar a los refugiados a países que están fuera de la influencia de la CEI.
