LONDRES, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
El alto mando del Ejército británico ha sido acusado de permitir oficialmente el maltrato de prisioneros iraquíes violando la Convención de Ginebra, según afirmó ayer un testigo durante su declaración ante un tribunal marcial que juzga a siete soldados acusados de abusos y torturas a nueve iraquíes en Basora en el año 2003, según afirma hoy el rotativo británico 'The Times'.
El testigo, el mayor Antony Royce declaró ante la corte que fue instruido por sus superiores de la cadena de mando en Basora para utilizar "técnicas de condicionamiento", que incluían obligar a los presos a permanecer en posturas que causan estrés y encapucharlos para prepararlos para interrogatorios.
Asimismo, el militar británico acusó directamente a un consejero legal del Ejército de haber emitido estas sugerencias. Estas técnicas están prohibidas por la Convención de Ginebra y por las reglas de comportamiento de las Fuerzas Armadas.
Royce aseguró que, tras ser puesto a cargo de los internos, el mayor Mark Robinson, consejero de la brigada de inteligencia, le instó a "condicionar a los presos", pero, temiendo que esto pudiera contravenir las normas de tratamiento de prisioneros consultó con el consejero legal militar, el mayor Russel Clifton, quien de nuevo le confirmó que las técnicas de condicionamiento eran aceptables.
"Robinson me instruyó para usar el condicionamiento como parte de la táctica de los procesos de interrogatorio. Después contacté con Clifton para asegurarme de que lo que se me había ordenado era correcto", declaró, acusándoles de "lavarse ahora las manos".
Royce, uno de los militares que están siendo juzgados, afirmó haber visto por sí mismo a prisioneros iraquíes siendo "condicionados" en el centro de Detención del regimiento. Otros seis efectivos del Ejército británico están acusados junto a Royce de abusos. Uno de los detenidos iraquíes, Baha Musa, murió en este centro después de haber pasado 36 horas encapuchado, esposado, privado del sueño y haber recibido golpes.
Otro de los acusados, el coronel Mendonca, se declaró inocente de los cargos de negligencia en el cumplimiento de sus tareas por no haber asegurado que los prisioneros civiles iraquíes a su cargo eran tratados como es debido. Además tres de sus soldados están acusados de crimen de guerra por trato inhumano a prisioneros.
En este sentido, Royce, superior de Mendonca, afirmó en el interrogatorio que habría sido "una completa locura" haber informado al coronel de que el condicionamiento era legal si éste no era el caso.
Entre los acusados se encuentra también el coronel, Donald Payne, que se ha reconoció culpable de trato inhumano a detenidos, aunque ha negado ser responsable de otras dos acusaciones por el asesinato de Musa y por tergiversación del curso de la justicia. Los otros seis acusados se declararon inocentes de todos los cargos.