HONG KONG (CHINA), 2 May. (EP/AP) -
El cardenal de Hong Kong, monseñor Joseph Zen, considera que el Vaticano debería detener las conversaciones con China para restablecer las relaciones diplomáticas debido a que Beijing está ordenando obispos que no están aprobados por la Iglesia Católica Romana, según informa hoy el diario 'South China Morning Post', que cita al cardenal ordenado por la Santa Sede.
Los comentarios del cardenal Zen se producen después de que la Iglesia Católica china --la autorizada por el Gobierno de Beijing-- nombrara un nuevo obispo el domingo en la ciudad de Kunming, en el suroeste del país. El Vaticano ha solicitado que la ceremonia se retrase hasta que ambas partes puedan valorar si el candidato está cualificado.
El diálogo entre China y el Vaticano "no puede continuar porque la gente pensará que estamos preparados para rendirnos", consideró el cardenal de Hong Kong, citado por el diario. "No podemos ceder. Cuando se impone brutalmente un hecho consuma, ¿cómo se puede llamar a esto diálogo? Esto va totalmente en contra del espíritu del diálogo", valoró el religioso.
Según el diario, la Iglesia china --la Asociación Patriótica Católica China-- planea ordenar a otro obispo el miércoles en la provincia de Anhui (este). Para Zen, esta ordenación forma parte de un plan por parte del vicepresidente de la Iglesia china, Liu Bainian, de "sabotear" las ahora más cálidas relaciones entre Beijing y la Santa Sede.
"Creo que es el último esfuerzo de Liu Bainian para mostrar que puede ganar una o dos veces, pero este último intento dañará definitivamente el diálogo", aseveró monseñor Zen, que ha actuado como intermediario entre las autoridades chinas y el Vaticano y que hasta ahora había sido un firme defensor del restablecimiento de relaciones.
China suspendió sus relaciones con el Vaticano en 1951, poco después de que el Partido Comunista Chino tomó el poder en Beijing. El culto sólo está autorizado en iglesias controladas por el Gobierno, si bien millones de católicos chinos pertenecen a la denominada "iglesia clandestina" leal a Roma.
Por su parte, el vicepresidente de la Iglesia china, Liu Bainian, consideró hoy que el Vaticano no se opondrá al ordenamiento de Liu Xinhong, si bien subrayó que Beijing no tiene canales diplomáticos para comunicarse con la Santa Sede. "Creemos que el Papa no estará en desacuerdo. No hemos considerado si este ordenamiento tendrá o no consecuencias negativas parar las relaciones entre China y el Vaticano", añadió, en declaraciones a la cadena de Hong Kong RTHK.
