CIUDAD DEL VATICANO, 14 Nov. (EP/AP) -
El cardenal Renato Martino aplaudió hoy a los obispos estadounidenses y mexicanos que se oponen a lo que calificó de muro "inhumano" que Estados Unidos quiere construir a lo largo de 1.100 kilómetros de su frontera con México para frenar el flujo de inmigración ilegal y urgió a las autoridades de Estados Unidos a permitir la entrada legal de más trabajadores mexicanos al país.
En este sentido, el cardenal subrayó el "acuerdo magnífico" de oposición de los obispos al proyecto, que tachó de "inhumano" tras insistir que la nueva fortificación no paralizará la llegada de inmigrantes ilegales mexicanos hacia Estados Unidos.
"En un mundo que aplaudió con alegría la caída del muro de Berlín, otros se están levantando entre un vecindario y otro, una ciudad y otra y una nación y otra", lamentó en rueda de prensa el cardenal para presentar el mensaje anual del Papa Benedicto XVI sobre inmigración.
Asimismo, Martino denunció que "se ha intensificado" el tráfico ilegal de seres humanos, que afecta especialmente a mujeres forzadas a prostituirse y a niños obligados a trabajar de forma excesivamente temprana "al depender de criminales que hacen de su propiedad esos seres humanos". "Es peor que la esclavitud de aquellos traídos desde África", admitió.
Según cifras del Departamento de Estado norteamericano, un informe de 2005 sobre tráfico humano señala que éste afecta a entre 600.000 y 800.000 hombres, mujeres y niños cada año, de los que el 80 por ciento son mujeres.
Por su parte, el ayudante personal de Martino para asuntos migratorios y de refugiados, monseñor Agostino Marchetto apeló a la necesidad de "medidas urgentes para los cristianos iraquíes y otras minorías religiosas en Irak".
