ROMA, 14 Sep. (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles) -
Las autoridades chinas han arrestado al obispo de Zhouzhi, monseñor Wu Qinjing, ordenado por la Iglesia católica, considerada ilegal en el país, según informó hoy la agencia misionera de noticias AsiaNews.
La agencia católica explica que un comando de 30 policías irrumpió en la parroquia donde se encontraba el obispo y se lo llevó detenido el pasado 11 de septiembre. El obispo de Zhouzh, que había sido ordenado sin el permiso de Beijing, había celebrado un misa a pesar de las amenazas del Gobierno chino, lo que le costó la detención, según AsiaNews, que cita fuentes locales protegidas bajo el anonimato.
Por el momento se desconoce si la Policía china ha arrestado también a algunas de las monjas que vivían en la parroquia. Tampoco se sabe el lugar donde ha sido arrestado el obispo, que fue ordenado el pasado octubre por el fallecido arzobispo de Xian, monseñor Antonio Li Duan.
Desde su ordenación el nuevo obispo había recibido amenazas y había sido interrumpido para realizar controles por la Policía nacional durante varias ceremonias, como comuniones o bautizos, en la diócesis de Zhouzhi, que según AsiaNews cuenta con 60.000 católicos, 54 sacerdotes y 200 iglesias.
Con el arresto de Monseñor Wu Qinjing aumenta el número de obispos en las cárceles chinas. El obispo de Baoding, Giacomo Su Zhimin, de 72 años, fue arrestado en el año 1996 y no se ha vuelto a tener noticias de él, ni de su auxiliar, Francesco An Shuxin, de 54 años, que fue arrestado un año después.
También el obispo de Yongnian, Han Dingxian, desapareció a finales de 2005, y el obispo de Zhengding, Giulio Jia Zhiguo, ha sido varias veces arrestado. En las cárceles chinas se encuentran aún arrestados 23 sacerdotes.
Las relaciones del Vaticano con China siguen siendo tensas a pesar de que la Santa Sede ha intentado mediar y hace algunos meses envió una delegación de expertos diplomáticos a China para mantener algunos coloquios con el Gobierno. China insiste para retomar las negociaciones plenas con el Vaticano en que "se rompa con las relaciones con Taiwan y la no intromisión en los asuntosinternos de China (lo que comprendería las ordenaciones episcopales), dos condiciones que no están dispuestos a aceptar en el Vaticano.
El pasado mes de mayo, el Vaticano anunció, mediante un comunicado oficial, la ex comunión de dos obispos chinos que fueron ordenados sin el permis ode la Santa Sede, así como de los prelados que les consagraron y denunció que esto suponía una "grave violación de la libertad religiosa" que añadía nuevos obstáculos al diálogo entre la Santa Sede y Beijing.
En China, el Gobierno permite la práctica del catolicismo sólo a través de la Asociación Patriótica, un organismo controlado por el Ejecutivo y separado de la Santa Sede, con poder para el nombramiento de los obispos.
China suspendió sus relaciones con el Vaticano en 1951, poco después de que el Partido Comunista Chino tomase el poder en Beijing. El culto sólo está autorizado en iglesias controladas por el Gobierno, si bien millones de católicos chinos pertenecen a la denominada 'iglesia clandestina.
