Vaticano.- Lombardi considera "un problema" que la Santa Sede no disponga de un centro de imágenes en Internet

Dice que los medios de comunicación vaticana son una "fuente de gastos considerable que apenas generan ingresos"

Europa Press Internacional
Actualizado: miércoles, 11 octubre 2006 15:53

MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -

El director de la Sala de Prensa del Vaticano y director del Centro Televisivo Vaticano (CTV), el padre Federico Lombardi, consideró hoy "un problema" que la Santa Sede no disponga de un centro de imágenes sobre las actividades del Papa en Internet y achacó esta carencia al "escaso personal" con el que cuenta el Vaticano en la actualidad.

"El problema real de las comunicaciones sociales del Vaticano es la página de Internet, que no ha tenido un desarrollo de acuerdo a las necesidades de hoy en día. El servicio de documentación e información ha evolucionado muy bien pero la imagen no", aseguró el jesuita durante su conferencia en el marco de la segunda jornada del I Congreso Mundial de Televisiones que tiene lugar desde ayer y hasta mañana en Los Negrales (Madrid).

El padre Federico Lombardi achacó este problema "al escaso personal" con el que cuenta hoy la Santa Sede y, en esta línea, recordó que el Vaticano "no dispone del extenso capital que muchos creen".

En este sentido, añadió que en el balance económico vaticano, las actividades de comunicación social (Osservatore Romano, Radio Vaticana, CTV, página Web) son "una fuente de gastos considerable que apenas genera ingresos". Pese a todo ello, insistió en que "la Santa Sede deberá afrontar el problema".

Según explicó Lombardi, estos "números rojos" son también "muchas veces" la causa de la falta de contactos del CTV con las televisiones católicas para hacerles llegar sus servicios, además del aumento de este tipo de emisoras en los últimos años y su dispersión geográfica. Por ello, explicó que las instancias vaticanas superiores han solicitado al CTV que "obtenga compensaciones por los servicios que presta". "Esto nos ayudará en el desarrollo de ulteriores servicios e incitará a las instancias superiores a permitir un crecimiento del CTV, algo ciertamente necesario", destacó.

Al respecto, aclaró que dichas compensaciones, las cuales consideró "justas", "nunca son más de lo que la televisión puede aportar". "Por lo general, el CTV estima la cantidad que considera apropiada y luego acepta, reduce o incluso renuncia provisionalmente a las compensaciones; especialmente en las fases iniciales, que suelen ser complicadas para las nuevas televisiones. Las relaciones se han basado siempre en la fidelidad y la lealtad y el CTV intenta evitar que una nueva iniciativa se venga abajo por una propuesta de compensación económica", explicó.

Para reducir los costes y mejorar el servicio del CTV a las televisiones católicas, Lombardi propuso crear "una estrategia de distribución de las retransmisiones televisivas en directo a nivel regional y continental", a través de un centro óptimo en América Latina, capaz de difundir a nivel continental las retransmisiones que recibiese del CTV, sin necesidad de que el Centro Televisivo Vaticano tuviese que enviarlas directamente a cada una de las televisiones católicas.

También, planteó la posibilidad de organizar mejor desde Roma, el servicio de distribución de textos e informaciones para facilitar los acompañamientos a las retransmisiones que se preparan in situ y por último, destacó la necesidad de estructurar la colaboración en el CTV, en aras a servir a todas las televisiones. "La colaboración entre nosotros es esencial y urgente para construir la Iglesia de nuestro tiempo", afirmó.

INICIATIVA DE JUAN PABLO II.

El Centro Televisivo Vaticano nació en 1983 por decisión del Santo Padre Juan Pablo II y actualmente cuenta con un total de 20 personas, entre los que se incluyen técnicos, secretaría y administración. La Santa Sede ya contaba desde hacía tiempo con un periódico propio: L'Osservatore Romano, y con una radio de difusión internacional: la Radio Vaticana.

Sin embargo, "nunca antes" había tenido su propio medio de comunicación televisivo, aseguró Lombardi, quien, explicó que pese a ello el Vaticano ha mantenido siempre una "postura prudente" a la hora de invertir recursos en una iniciativa televisiva y, por dicho motivo, el CTV ha crecido "paulatina y lentamente, limitándose hasta el momento a ser una realidad de pequeñas dimensiones".

Por otra parte, indicó, "siempre se ha tenido claro que el CTV no debía constituir una televisión emisora", es decir, una televisión que difundiese programación propia de forma regular durante un amplio espacio diario, sino que debía mantenerse como un "centro de producción" televisiva, capaz de captar y proporcionar imágenes del Santo Padre y del Vaticano, y que pudiera suministrarlas a las televisiones interesadas, ya fuesen públicas o privadas, católicas o laicas.

El CTV tiene su sede en la Ciudad del Vaticano, muy próximo a la sede del L'Osservatore Romano. A nivel técnico, cuenta con instrumentos de buena calidad y es capaz de realizar tomas en directo, valiéndose de hasta trece cámaras simultáneamente. Cuenta, a su vez, con algunos bancos de montaje para la producción de noticiarios y documentales, y con una master control room ("centro de control"), desde el que se pueden difundir las retransmisiones en directo a través de diversas vías: fibra óptica, canales vía satélite y radios puente que conectan con otros entes televisivos, nacionales e internacionales, presentes en Roma, señaló.

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