ROMA 17 May. (EUROPA PRESS) -
La Oficina del Opus Dei en Roma emitió hoy un nuevo comunicado de crítica de la película 'El Código Da Vinci' y acusó a su distribuidora, Sony, de estar violando su propio Código de Conducta, que la obliga a ser "respetuosa con las diferencias culturales" y a no "expresar insultos raciales o religiosos".
"La película mantiene las escenas de la novela que son falsas, injustas y ofensivas para los cristianos. Incluso multiplica su efecto injurioso, por la potencia que tienen siempre las imágenes", dice la nota firmada por el responsable de relaciones con la prensa internacional, Manuel Sánchez Hurtado, que lamenta especialmente que "se ha confirmado que la película no estará precedida por un cartel que aclare que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia".
La prelatura destacó que "durante los últimos meses, muchos católicos, cristianos de distintas confesiones, judíos, musulmanes, otros creyentes y ciudadanos de buena voluntad han alzado respetuosamente su voz para pedir respeto" pero "su petición no ha tenido éxito" aunque, subrayó, "esas voces no reclamaban un trato de favor, no querían poner entre paréntesis la libertad de expresión".
En opinión del Opus Dei, la difusión de la película vulnera el Código de Conducta del Grupo Sony, aprobado el 28 de mayo de 2003, que reconoce que "una conducta social y profesionalmente aceptable en una cultura o región puede ser vista de modo diferente en otras", de modo que "el personal de Sony debe ser cuidadosamente respetuoso hacia las diferencias culturales y regionales en el cumplimiento de sus deberes".
Además, el Opus recalcó que en lo relativo a las normas de comportamiento que deben observar todos los miembros de la empresa se dice que "nadie puede expresar insultos raciales o religiosos, ni bromas ni otros comentarios o comportamientos en el lugar de trabajo que creen un ambiente hostil". En tercer lugar, "Sony se compromete a no hacer una publicidad falsa, que desoriente o calumnie a otros", en palabras del Opus.
A su juicio, los compromisos de ética de la empresa, y su reconocimiento del fuerte impacto que tienen en la sociedad sus actividades, quedan "desmentidos por la penosa falta de respeto que supone la película para cientos de millones de cristianos".
No obstante, la prelatura señala que la polémica de los últimos meses "ha impulsado a muchos creyentes a profundizar en su fe cristiana, a conocer mejor el Evangelio y la Iglesia, su historia y su presente" y recuerda que "los cristianos han reaccionado siempre ante la falta de respeto con una actitud pacífica, buscando el diálogo y evitando el conflicto".
"Además, este episodio puede servir para que los cristianos nos tomemos más en serio la fe y para que todos aprendamos a comprender y respetar a los demás", concluye la nota.
CRITICAS DE CARDENALES
El nuevo comunicado del Opus se suma al hecho de que, en los últimos días, algunos cardenales del Vaticano han manifestado su opinión sobre la película. El prefecto de la Congregación del Culto, el cardenal Francis Arinze, exhortó a los cristianos a utilizar todos los "medios legales" para impedir la distribución de la película.
Asimismo, el presidente del Consejo Pontificio para la Cultura, el cardenal Paul Poupard, señaló que el mencionado libro "distorsiona seriamente" la historia de la Iglesia y se "aprovecha del desconocimiento de muchos católicos" sobre su fe "para confundir la realidad con la ficción".
También el presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos, el cardenal del Opus Dei Julián Herranz, señaló que la película le produjo risa porque parecía "algo salido de una película de la mafia, una especie de encuentro de gangsters en Chicago". La Iglesia debe "instar a las personas a leer todo lo necesario para poder confrontar las mentiras del texto con la verdad de la fe cristiana", añadió.