ROMA, 5 Nov. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
El Papa Benedicto XVI ofreció hoy una misa en la basílica de San Pedro en sufragio por las almas de los ocho cardenales que fallecieron a lo largo del último año, entre ellos, el español Antonio María Javierre, que murió el 1 de febrero de 2007.
Como suele hacer cada año durante el mes de noviembre -durante el que la Iglesia invita de modo especial a rezar por los difuntos--, el Papa también ofreció la misa por todos los arzobispos y obispos fallecidos en este mismo periodo
Durante la homilía de la ceremonia, que fue concelebrada por los miembros del colegio cardenalicio, el Papa reconoció la labor realizada por parte de los fallecidos a favor de la Iglesia, al tiempo que recordó que la "esperanza" del cristiano es precisamente "ver el rostro de Dios", algo que llega con la muerte.
Según el Papa, esta "sed" de Dios "contiene una verdad que no traiciona, una esperanza que no defrauda", también en los momentos difíciles y "a través de la noche más oscura".
Además de Javierre, los otros purpurados fallecidos en los últimos doce meses fueron los italianos Salvatore Pappalardo y Angelo Felici; el congoleño Frédéric Etsou-Nzabi Bamungwabi, el francés Jean-Marie Lustiger, el canadiense Edouard Gagnon, el polaco Adam Kozlowiecki y el venezolano Rosalio José Castillo Lara.
