ROMA 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Papa Benedicto XVI recordó hoy que el seguimiento de Jesús puede "vivirse y testimoniarse aún sin realizar obras extraordinarias" al tomar como ejemplo la figura de San Bartolomé.
Durante su tradicional Audiencia General celebrada en la Plaza de San Pedro ante 30.000 personas, el Pontífice explicó que este apóstol, sugiere dos reflexiones. La primera, que "la libertad de Dios, sorprende las expectativas de los hombres, haciéndose encontrar donde menos lo esperan". Y es que, según explicó el Papa, este apóstol, que se identifica tradicionalmente con Natanael, no podía comprender que Jesús, el Mesías, pudiera venir de Nazaret.
"'¿Puede algo bueno venir de Nazaret?', se preguntó Natanael cuando el apóstol Felipe le comunicó que había encontrado a Jesús", explicó el Pontífice. "Esto nos muestra que, según las expectativas judaicas, el Mesías no podía venir de una aldea tan insignificante y al mismo tiempo resalta la libertad de Dios, que sorprende nuestras expectativas, haciéndose encontrar donde menos lo esperamos", señaló.
En segundo lugar, afirmó el Papa, la historia de Natanael enseña a los cristianos que el conocimiento de Jesús "tiene que ser una experiencia viva" que "no se contente solamente con las palabras". Al respecto, explicó que "Felipe invitó a Natanael a conocer personalmente a Jesús: 'Ven y verás', le dijo".
"Nuestro conocimiento de Jesús necesita sobre todo una experiencia viva: el testimonio de los demás es importante porque normalmente nuestra vida cristiana comienza con el anuncio que nos llega a través de los demás. Pero después nos toca a nosotros establecer una relación íntima y profunda con Cristo", insistió.
Tras estas reflexiones, Su Santidad aseguró que los cristianos no deben "perder de vista estas dos dimensiones" de la figura de Natanael o San Bartolomé porque "si se proclama solamente la dimensión celeste de Jesús se corre el peligro de hacer de Él un ser etéreo y evanescente; y si al contrario, se reconoce sólo su presencia concreta en la historia, se arrincona la dimensión divina que lo distingue".
"No tenemos noticias precisas de la ulterior actividad apostólica de Bartolomé pero su figura permanece ante nosotros para decirnos que la profunda adhesión a Jesús puede vivirse y testimoniarse, aún sin realizar obras extraordinarias", concluyó.