ROMA 2 Jun. (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles) -
El Papa Benedicto XVI explicó que "ser misioneros significa amar a Dios con todo nuestro ser, hasta dar, si es necesario, incluso la vida por El", en el mensaje para la LXXX Jornada Misionera Mundial, que se celebrará el próximo 22 de octubre y que se hizo público hoy.
En el mensaje, el Papa valoró la labor de los misionarios y recordó cómo muchos han dado su vida. "Cuántos sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, también en nuestros días, han ofrecido el supremo testimonio de amor con el martirio!", añadió
"Ser misioneros es atender, como el buen Samaritano, las necesidades de todos, especialmente de los más pobres y necesitados, porque quien ama con el corazón de Cristo no busca el propio interés, sino únicamente la gloria del Padre y el bien del prójimo", dijo el Papa.
Benedicto XVI, además, recalcó la necesidad de que la misión esté orientada por la caridad. "Si no nace de un profundo acto de amor divino, corre el riesgo de reducirse a una mera actividad filantrópica y social", añadió.
Sobre este tema comentó que "la auténtica solicitud misionera, compromiso primario de la comunidad eclesial, está unida a la fidelidad al amor divino, y esto vale para cada cristiano, para cada comunidad local, para las Iglesias particulares y para todo el Pueblo de Dios".
"Precisamente, de la conciencia de esta misión común recobra fuerzas la generosa disponibilidad de los discípulos de Cristo para realizar obras de promoción humana y espiritual que testimonian, como escribía el querido Juan Pablo II en la Encíclica 'Redemptoris missio', "el alma de toda la actividad misionera", se lee en el mensaje.
Al final del mensaje, el Pontífice pidió que la Jornada Misionera Mundial "sea una ocasión útil para comprender cada vez mejor que el testimonio del amor, alma de la misión, concierne a todos" y realizó un reconocimiento a "los misioneros y las misioneras, niños, jóvenes y adultos, que contribuyen con la oración y su cooperación en diversos modos a la difusión del Reino de Dios en la tierra".