CIUDAD DEL VATICANO, 4 Jun. (EP/AP) -
El Papa Benedicto XVI se unió este fin de semana a una multitud de más de 350.000 personas congregadas en la Plaza de San Pedro para apoyar la fe e impulsar la difusión del mensaje de la Iglesia Católica a través del mundo.
Los participantes, la mayor parte de ellos gente joven, comenzaron a llegar a la Plaza a primera hora de la mañana. Algunos de ellos llevaron guitarras con las que amenizaron la espera hasta la aparición del Sumo Pontífice.
Asimismo, más de 100 grupos religiosos estuvieron presentes en el encuentro. La oficina del prefecto de Roma, encargada de la seguridad en la capital italiana, estimó el número de congregados en más de 350.000 personas.
El sumo pontífice dijo que los creyentes estaban reunidos "para proclamar la dicha de creer en Jesucristo y renovar el compromiso de ser discípulos fieles a El en nuestros días".
"Quien ha conocido algo verdadero, hermoso y bueno en la vida debería correr a compartirlo con todo el mundo a su alrededor, en la familia y el trabajo, en todos los lugares de su existencia", añadió.
Ataviado con una capa color carmesí en una noche de frío primaveral, Benedicto XVI saludó a los feligreses desde el papamóvil mientras se dirigía al interior de la Basílica de San Pedro al iniciar el evento.
En el trascurso de su homilía Benedicto XVI disertó sobre la tergiversación de la libertad, un tema recurrente en su papado iniciado en abril del 2005 y en el de su predecesor, Juan Pablo II.
Además, se refirió a las "falsas libertades que destruyen el ambiente y el alma", pero no dio ejemplos específicos. Dijo también que cuando la vida luce vacía, algunas personas "se refugian en las drogas".
Este domingo, el Papa, de 79 años de edad, tiene previsto regresar a la Plaza San Pedro para celebrar la misa de Pentecostés, que conmemora la llegada del Espíritu Santo a los discípulos de Jesús tras la resurrección.
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