Vaticano/Polonia.- El Papa repite que la Iglesia tiene que pedir perdón por el mal cometido en el pasado

Actualizado: jueves, 25 mayo 2006 16:45

Benedicto XVI afirma que los sacerdotes no tienen que ser expertos en economía o política

ROMA/VARSOVIA, 25 May. (EP/AP) -

El Papa Benedicto XVI repitió hoy que, como dijo Juan Pablo II, la Iglesia tiene que pedir perdón por el mal cometido en el pasado, pero sin "caer en fáciles acusaciones en ausencia de pruebas reales o ignorando las diferentes pre-comprensiones de entonces", durante su discurso al clero polaco en la catedral de San Juan de Varsovia.

Después de su llegada a Polonia, donde comenzó hoy su viaje oficial, el Papa hizo su primera parada la catedral de Juan el Bautista de Varsovia para dar un discurso al clero. "Creemos que la Iglesia es santa pero en ellas también existen hombres pecadores" dijo el Papa recordando las palabras de Juan Pablo II durante el Jubileo del 2000. Benedicto XVI fue recibido en el templo por un largo aplauso, y pareció algo sorprendido y emocionado.

"Se necesita humilde sinceridad para no negar los pecados del pasado pero no caer en fáciles acusaciones en ausencia de pruebas reales o ignorando las diferentes pre-comprensiones de entonces. Además la "confessio peccati" (confesión de los pecados) ene que estar siempre acompañada de la "confessio laudis (confesión de las alabanzas)", puntualizó el Papa.

El Pontífice quiso de esta manera destacar que la Iglesia "pidiendo perdón por el mal cometido en el pasado, tenemos que recordar el bien realizado (...) que ha dado frutos excelentes".

En su discurso, el Papa se dirigió a los sacerdotes polacos y les pidió que no se dejen llevar "por la prisa de que el tiempo dedicado a Cristo en silenciosa oración sea tiempo perdido". "Es allí que nacen los más maravillosos frutos del servicio pastoral", añadió. Una parte del mensaje del Pontífice fue dedicada a la necesidad de cultivar el silencio.

"Me gusta recordar la experiencia vivida el año en Colonia, Fui testigo de un profundo e inolvidable silencio de un millón de jóvenes el momento de la adoración del Sacramento. Este silencio orante nos unió, nos donó tanto bienestar. En un mundo donde tiene tanto ruido, se necesita la adoración silenciosa", dijo

Después, a los sacerdotes les dijo que tienen que "ser especialistas en el promover el encuentro del hombre con Dios", y no "expertos en economía, construcción o política". Añadió también que el sacerdote joven necesita la guía del maestro "para que no se pierda entre las tantas la propuestas del momento" y no caiga "ante la tentación del relativismo y del permisividad".