CIUDAD DEL VATICANO, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
El observador permanente del Vaticano ante la Oficina de Naciones Unidas e Instituciones Especializadas en Ginebra, el arzobispo Silvano Tomasi, ha abogado por la suspension del uso de las submuniciones de las bombas de racimo y advertido de que el hecho de que sean legales no hace a estas armas "ni más aceptables ni menos inhumanas", según informó hoy el servicio de prensa del Vaticano.
Tomasi hizo estas declaraciones el pasado 1 de septiembre ante la XV sesión del Grupo de expertos gubernativos de los Estados Parte de la Convención sobre la Prohibición o Restricción del uso de ciertas armas convencionales que pueden ser consideradas excesivamente dañosas o tener efectos indiscriminados (CCW), que se celebró del 28 de agosto al 6 de septiembre.
"Hasta ahora no tenemos pruebas convincentes por parte de quienes consideran legítimas estas armas", afirmó el arzobispo. "En cualquier caso, toda arma es declarada legítima antes de ser prohibida o regulada. ¿No es éste el caso de las armas químicas, biológicas, incendiarias o láser? El hecho de declarar un arma particular legítima no la hace más aceptable ni menos inhumana", advirtió.
Tras hacer hincapié en que la Santa Sede considera "urgente una profunda reflexión sobre la naturaleza y el uso de las submuniciones", el arzobispo Tomasi afirmó que las víctimas de los conflictos "no pueden esperar años de negociaciones y discusiones. Por eso, hay que suspender el uso de estas armas. Al mismo tiempo, los Estados Parte de la CCW deben ponerse manos a la obra".
