CIUDAD DEL VATICANO 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
El secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, Dominique Mamberti, denunció ante el Fondo para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO) que "el hambre y la desnutrición son inaceptables en un mundo que dispone de niveles de producción, de recursos y de conocimientos capaces de poner fin a esta plaga y sus consecuencias dramáticas".
En su discurso en la sede de la FAO durante la XXXII sesión de su Comité Intergubernamental para la Seguridad Alimentaria, celebrado del 30 octubre al 4 noviembre y hecho público hoy por la Oficina de Prensa de la santa Sede, el representante vaticano aseguró que "la realidad de las muchedumbres cuyo derecho a la vida está en peligro debe continuar inquietándonos y tocar las conciencias para que nuestro comportamiento, sea cual sea nuestro lugar, no contribuya a agravar las desigualdades entre países ricos y países pobres".
En este sentido, aclaró que "no es vocación de la Iglesia, proponer soluciones políticas, económicas o técnicas para hacer frente a los problemas de la sociedad, pero en su misión de anunciar la 'Buena Nueva a todas las naciones'".
Así, señaló que la Iglesia "se siente particularmente cercana a los que viven en condiciones de pobreza, de sufrimiento y de desnutrición y quiere ayudarles con los medios que le son propios".
"Siempre está dispuesta a sostener a las personas que trabajan para reforzar la solidaridad internacional y promover la justicia entre los pueblos, sobre todo a las que están en contacto directo con los pueblos sometidos a duras pruebas", indicó monseñor Mamberti.