La vicepresidenta de Filipinas, Leni Robredo, en un acto oficial - VICEPRESIDENCIA DE FILIPINAS
MANILA 8 Nov. (Reuters/EP) -
La vicepresidenta de Filipinas, Leny Robredo, ha abogado este viernes por cambiar la estrategia en el marco de la campaña de guerra contra el tráfico y consumo de droga para ganar eficacia y evitar que se registren muertes "sin sentido".
En un discurso durante su primera reunión al frente de la Comisión Antidroga, Robredo ha dicho que la estrategia contra los estupefacientes debe centrarse tanto en la acción policial como en el enfoque como problema de salud, además de recalcar que la campaña policial antidroga, conocida como "Oplan Tokhang", debe realizarse con respecto a la legalidad y basándose en pruebas.
Robredo, que es la principal rival política del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, y que ha sido muy crítica con su campaña de guerra contra la droga por las muertes que ha provocado, ha subrayado que la iniciativa contra los estupefacientes no está siendo efectiva.
"Hay muchas muertes sin sentido que han acompañado a la guerra contra la droga. Ha alcanzado un nivel de fama en el sentido de que Tokhang es considerada como una guerra contra los pobres", ha asegurado la vicepresidenta de Filipinas, en referencia al elevado número de consumidores de drogas que han sido abatidos por agentes de la Policía en operaciones por mostrar supuestamente resistencia a la autoridad para no acabar arrestados.
"Nos corresponde a nosotros cambiar esa visión. Ha llegado probablemente el momento de que pensemos en cambiar a algo que sea efectivo y que nadie muera sin sentido", ha asegurado Robredo. "Yo apuesto por una estrategia y un enfoque basado en pruebas", ha señalado.
Defensores de los Derechos Humanos a nivel nacional e internacional han denunciado el elevado número de muertes causadas por las operaciones de la Policía en el marco de la guerra contra la droga puesta en marcha por Duterte desde su llegada al poder en junio de 2016.
Duterte nombró a Robredo copresidenta de la Comisión Antidroga días después de que, en una entrevista con Reuters, la vicepresidenta de Filipinas criticara la guerra contra las drogas por el elevado número de víctimas mortales que ha dejado desde que comenzó en 2016. Los seguidores de Robredo temen que la asignación de este puesto sea una maniobra política del mandatario para acallar las críticas y para, en última instancia, ridiculizarla.
Este viernes, Robredo ha subrayado que la adicción a las drogas es un problema real en Filipinas, un país en el que, según Duterte, habría hasta ocho millones de drogadictos. La vicepresidenta de Filipinas ha indicado que interpreta la oferta de Duterte como una muestra de su disposición a escuchar nuevas ideas. "Quiero verlo como una señal de que el presidente está abierto a escuchar nuevas opiniones sobre toda la campaña", ha señalado. "También quiero verlo como un acuerdo en el sentido de que ha llegado el momento de evaluar objetivamente lo que se ha estado haciendo", ha concluido.