Villepin rechaza en un documento entregado a los jueces del caso 'Clearstream' las acusaciones en su contra


PARÍS, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -

En una carta de 23 páginas dirigida a los jueces que instruyen el caso 'Clearstream', el ex primer ministro francés Dominique de Villepin rechazó hoy las acusaciones en su contra, al tiempo que denunció que este caso judicial no constituye un caso político sino una "manipulación industrial" en torno a la sucesión del consorcio aeronáutico europeo EADS.

En el informe que remitió a los jueces durante su comparecencia, Villepin arremete contra el actual jefe de Estado galo, Nicolas Sarkozy --ministro de Interior en el momento de los hechos--, y de quien aseguró conocía desde el principio la existencia de una manipulación, aunque decidió, insistió, dar una dimensión política al caso.

Tras ocho horas de interrogatorio, Villepin aseguró a los periodistas a su salida del juzgado que su comparecencia de hoy supone un "gran paso adelante para esclarecer la verdad". En total, Villepin aseguró haber entregado a los jueces 80 páginas de respuestas y adelantó que su próxima audiencia será en octubre.

Villepin, quien fue interrogado el pasado 27 de julio, es sospechoso en un caso de escándalo en una campaña de difamación y se enfrenta a unos cargos preliminares que incluyen "complicidad en denuncias difamatorias", "encubrimiento de robo" y "complicidad en el uso de falsificaciones", y podría pasar cinco años en prisión si es encontrado culpable. El ex primer ministro ha negado reiteradamente su culpabilidad.

Las sospechas que pesan sobre Villepin guardan relación con la publicación en 2004 de una supuesta lista de clientes del banco Clearstream de Luxemburgo en la que se incluía a personas que supuestamente se beneficiaron de comisiones ilegales por la venta de armas y en las que aparecía el nombre de Sarkozy.

En una entrevista publicada hoy en el diario francés 'L'Est Republicain', Villepin declaró que "no tiene nada que reprocharse a si mismo sobre este asunto", e insistió en que "no hay una dimensión política" en esta materia. Villepin, que ostentaba el cargo de ministro de Exteriores y después de ministro del Interior durante los hechos, ocurridos en 2003 y 2004, añadió que él actuó de acuerdo con sus responsabilidades en ambos puestos.

SOBORNOS

Villepin insistió en que espera que sus respuestas a los magistrados Jean Marie d'Huy y Henri Pons durante la vista de hoy "arrojen una nueva luz" sobre la materia. El escandalo salió a la luz cuando un juez recibió un CD anónimo en el que se acusaba al actual presidente francés Nicolas Sarkozy y a otras personalidades de usar un banco de Luxemburgo, el Clearstream, para ocultar los sobornos de la venta de 2.100 millones de euros en fragatas francesas vendidas a Taiwán en 1991.

Estas acusaciones resultaron ser falsas y los investigadores enfocaron su atención hacia los que habían enviado el disco. Villepin se convirtió en sospechoso cuando preguntó al oficial de inteligencia, el general Philippe Rondot, que investigase en secreto el asunto. El ex primer ministro, admitió haberle pedido a Rondot que investigase, pero negó haber tenido a Sarkozy como objetivo o cualquier intento de difamarle.

Sin embargo, los rastros de los archivos borrados del ordenador de Rondot, que fueron recuperados por los investigadores a principios de este año, añadieron indicios a la investigación. Rondot pareció haber escrito en los archivos que dos figuras claves habían dicho que Villepin, actuando según las órdenes del entonces presidente Jacques Chirac, les había dicho que hiciesen pública la lista de las cuentas bancarias secretas en las que se nombraba a Sarkozy.

Los investigadores registraron la casa de Villepin y su oficina en julio. Según la ley francesa, los cargos preliminares significan que un jurado de investigación ha determinado que existen pruebas importantes de que hay una implicación en un delito. Esto les da tiempo a los magistrados para continuar la investigación que terminará en un juicio o en el levantamiento de los cargos.

Por su parte, el ex vicepresidente del grupo aeronáutico europeo EADS Jean-Louis Gergorin, también sospechoso en el caso, declaró a los jueces el pasado julio que remitió a la Justicia las citadas listas de forma anónima a petición de Villepin, "instrucción" del entonces presidente francés Jacques Chirac, algo que Villepin niega.

"El caso Clearstream no es un caso político. Tengo confianza en la justicia para que exprese serenamente el derecho, la verdad y la justicia", declaró este jueves a la prensa Chirac.

Por su parte, el portavoz de Sarkozy, David Martinon, aseguró hoy que el presidente no tiene intención de retirar su demanda. "Sarkozy presentó una querella para buscar la verdad", incidió, y ahora que es jefe de Estado galo, aseguró, "no tiene menos deseos de encontrar la verdad".