BAGDAD 1 Ago. (Reuters/EP) -
Al menos 1.057 iraquíes, en su mayoría civiles, han muerto en julio a causa de la violencia, de origen fundamentalmente religioso, lo que lo convierte en el mes más sangriento desde abril de 2008, según ha informado este jueves Naciones Unidas en un comunicado.
"Estas cifras no eran tan elevadas desde hacía cinco años", ha declarado el representante especial provisional de la ONU para Irak, Gyorgy Busztin. Desde que empezó el año, el número de personas que han perdido la vida por los ataques cometidos por grupos insurgentes alcanza los 4.137.
Busztin ha pedido a los líderes iraquíes que tomen medidas inmediatas y decisivas para detener el "derramamiento de sangre" y evitar así un regreso a los "días oscuros" del período 2006-2007, en el cual la cifra mensual de muertos superaba los 3.000.
La cifra de 1.057 muertos correspondiente a julio de este año --a los que habría que añadir 2.019 heridos-- lo convierten en el mes más sangriento desde abril de 2008, cuando se registraron 1.428 fallecidos.
La provincia iraquí más afectada ha sido Bagdad, donde al menos 238 personas fallecieron en el mes de julio, seguida por Salahuddin, Nínive, Diyala, Kirkuk y Anbar. La mayoría de estas provincias están habitadas mayoritariamente por la minoría suní, la cual se muestra profundamente reticente con los chiíes desde que en 2003 Estados Unidos invadió Irak y acabó con la vida del expresidente Sadam Husein.