MOGADISCIO 8 Jun. (Reuters/EP) -
Al menos 18 personas han muerto este sábado en una nueva jornada de enfrentamientos entre las milicias leales a los dos autoproclamados dirigentes de la ciudad portuaria somalí de Kismayo, según han relatado los propios vecinos de la localidad.
Los vecinos han contabilizado este sábado al menos 13 cadáveres, a los que habría que sumar los cinco fallecidos del viernes. La mayoría de los fallecidos son milicianos de los grupos armados leales a los distintos cabecillas políticos que aspiran a gobernar la ciudad de Kismayo, segunda más importante del país y una de las principales fuentes de riqueza somalíes.
"Desde mi tejado puedo ver a decenas de hombres con AK-47 y camionetas enzarzados en un tiroteo en plena calle", ha explicado un tendero, Fará Nur.
Los comercios permanecen cerrados debido a la violencia de los combates, los más graves de los últimos cuatro años en este puerto estratégico, uno de las principales fuentes de riqueza del país.
Kismayo estuvo hasta el pasado mes de septiembre bajo control de la milicia islamista radical Al Shabaab, pero una ofensiva de las fuerzas de paz kenianas apoyadas por las tropas del exgobernador de la ciudad, Ahmed Madobe, logró desalojar a los islamistas.
El mes pasado una asamblea de notables declaró a Madobe presidente de la región de Jubaland, que incluye a Kismayo, pero el Gobierno central de Mogadisco considera inconstitucional este proceso. En cuestión de días otros tres individuos se autoproclamaron presidentes de Jubaland, incluido Barre Hirale, un antiguo señor de la guerra y ex ministro de Defensa considerado afín al Gobierno.
Los combates de este viernes y del sábado comenzaron cuando los milicianos de Madobe impidieron a otro de los pretendientes a la presidencia de Jubaland visitar un hotel donde se alojaba el ministro de Defensa.
"La milicia de Ras Kamboni controla ahora esta parte de la ciudad", ha explicado otro vecino, Bile Nur, desde el barrio de Calanleey en declaraciones telefónicas a Reuters. Ras Kamboni es la ciudad más meridional de Somalia, en la frontera con Kenia. "Los vecinos están enterrando a los muertos de los milicianos rivales, mientras que los de Ras Kamboni entierran a los suyos", ha añadido.
Mientras, Al Shabaab ha alimentado la polémica al responsabilizar a Kenia de este nuevo brote de violencia. "El resurgimiento de la hostilidad tribal en Kismayo es el resultado de la invasión keniana de la ciudad. El Gobierno keniano será plenamente responsable del derramamiento de cada gota de sangre", ha señalado un dirigente islamista, el jeque Xudayfa Abdirahman, en declaraciones a Reuters.