MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
La cadena de televisión qatarí Al Yazira ha condenado este martes el cierre forzoso de su oficina en la localidad yemení de Taiz (suroeste), reclamando a las autoridades que "den marcha atrás en su decisión".
"Las fuerzas militares yemeníes pertenecientes al Alto Mando de Seguridad de Taiz han irrumpido en las oficinas de Al Yazira en la ciudad y han ordenado su cierre forzoso", ha manifestado en su comunicado.
"La red pide a las autoridades de la ciudad de Taiz que den marcha atrás en su decisión y permitan a los periodistas de Al Yazira llevar a cabo sus responsabilidades profesionales sin obstáculos ni intimidación", ha agregado.
Asimismo, ha recordado que tres trabajadores de la cadena fueron secuestrados en enero de 2017 en esta ciudad, resaltando que "es extremadamente peligroso que los trabajadores de los medios informen desde el país".
"Los rebeldes huthis atacaron el mes pasado la cadena Yemen al Youm y secuestraron a decenas de trabajadores de los medios", ha apuntado.
La localidad de Taiz está controlada por el Gobierno reconocido internacionalmente, encabezado por el presidente Abdo Rabbu Mansur Hadi. Este Ejecutivo opera desde esta ciudad, ya que la capital, Saná, está en manos de los huthis.
El enviado especial de Naciones Unidas para Yemen, Ismail Uld Cheij Ahmed, lleva meses manteniendo contactos con las partes en conflicto para intentar que se sienten en la mesa de negociaciones para poner fin a la guerra en el país.
La coalición liderada por Arabia Saudí ha lanzado miles de ataques aéreos contra los huthis, sus fuerzas aliadas y civiles desde que comenzó su intervención en la guerra de Yemen para respaldar a las fuerzas del Gobierno que encabeza Hadi.
Por su parte, los huthis, que cuentan con el apoyo de Irán, han lanzado numerosos proyectiles contra Arabia Saudí, la mayoría de los cuales han impactado en el sur del país, matando a decenas de civiles y miembros de las fuerzas de seguridad.
La guerra en Yemen, uno de los países más pobres del mundo árabe, estalló en 2015 entre las fuerzas de Hadi y los huthis. El conflicto ha dejado más de 10.000 civiles muertos y al país al borde de la hambruna y sacudido además por un brote de cólera.
