Zapatero dice que mantuvo "el mismo discurso" en sus actos públicos y en su conversación con Olmert

Actualizado: martes, 13 enero 2009 20:23

Afirma que Obama no se ha pronunciado ni ha tomado iniciativas por "respeto institucional" a la actual administración


MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró hoy que ha mantenido "el mismo discurso" sobre la crisis de Gaza en sus actos públicos y en la conversación que tuvo con el primer ministro israelí, Ehud Olmert.

"Pedí el alto el fuego públicamente en un acto como se lo pedí al primer ministro Olmert por teléfono en una conversación, es el mismo discurso, al que añadí que España siempre está por una opción constructiva en Oriente Próximo", dijo en una entrevista en Onda Cero recogida por Europa Press.

Además, se mostró convencido de que un alto el fuego "es lo que conviene a Israel, que es un país amigo y a un país amigo hay que decirle las cosas claras".

Zapatero insistió en que a su juicio "no es aprobable" la "reacción ofensiva de Israel" para proteger su seguridad --"a la que tiene derecho", puntualizó--, dado el gran número de víctimas civiles. "Ha sido claramente desproporcionada, estamos hablando de 900 muertos", argumentó.

TAMPOCO RESPALDA LOS ATAQUES DE HAMÁS

"No es aprobable, no cuenta con mi respaldo, como tampoco cuentan con mi respaldo las acciones de Hamás, que ponen a población israelí en situación de grave dificultad", prosiguió Zapatero. Así, aunque se refirió al grupo islamista, opinó que "hay una responsabilidad muy importante del Gobierno de Israel en estos momentos".

El jefe del Ejecutivo se mostró convencido de que la actual crisis terminará "una vez más" con un alto el fuego y un proceso de diálogo y confió en que en esta ocasión sea un diálogo "a fondo". Así, puso de relevancia la labor del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, que se encuentra de gira por la región para apoyar el plan de alto el fuego egipcio y al que calificó de "uno de los mayores especialistas del mundo" en la zona y "con gran capacidad de interlocución".

Por otro lado, afirmó que sus palabras de los últimos días no reflejan una ideología de izquierdas ni de derechas, sino una petición de "someterse a la legalidad internacional y a una resolución de la ONU".

Esas palabras, prosiguió son acordes con sus principios de "apostar por el diálogo en favor de la paz" y "evitar conflictos inútiles que vuelven siempre al lugar de origen y que lo único que se llevan por delante es muchas vidas humanas".

Zapatero negó que con sus llamamientos al alto el fuego se haya desmarcado de la posición de otros dirigentes mundiales, puesto que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha hecho una "acción de presión fuerte". En el caso de Alemania, recordó que este país siempre tiene una posición "singular" y condicionada por la historia en todo lo relativo a Israel.

En el caso del presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, Zapatero opinó que si éste "ha estado respetuoso sin hacer ningún pronunciamiento ni tomar ninguna iniciativa" ha sido por su "gran respeto institucional" a la actual Administración y al "principio de un solo presidente".

ESPERA QUE CON OBAMA "CAMBIEN LAS COSAS"

En todo caso, confió en que en la nueva etapa con Obama "cambien las cosas" en el sentido de que "el mundo necesita más apuesta por la paz" con diálogo y "menos acción de fuerza".

En cuanto al futuro de las relaciones con Estados Unidos, Zapatero dijo que espera tener "cuanto antes" una "conversación a fondo" con Obama sobre las zonas de conflicto en el mundo, así como sobre Latinoamérica, incluida Cuba.

Sin embargo, precisó que los contactos para ello comenzarán después de la toma de posesión de Obama, el 20 de enero. Zapatero afirmó que a partir de ese momento "se va a normalizar" su relación con el presidente de Estados Unidos, que fue "difícil, claramente", con George W. Bush.

Eso sí, insistió en que al margen de la relación entre él y Bush la relación política y económica con Estados Unidos ha sido "normal" estos años y aseguró que durante su visita a Washington para la reunión del G20 Bush fue "muy amable" con él "a pesar de cuatro años de diferencias muy notables".