SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
Buena parte de los establecimientos de ocio que fueron destrozados por las llamas durante el incendio que se produjo, el pasado mes de septiembre, en el centro comercial Águila Roja de Playa del Inglés continúan hoy cerrados al público y sin que los propietarios hayan arreglado los daños causados por el fuego, motivo por el que el Ayuntamiento ha requerido a la comunidad del inmueble que se realicen las obras necesarias para preservar la seguridad en la zona y garantizar la buena imagen urbana.
Se trata de una serie de locales ubicados en la parte alta de la superficie comercial, cuyo mal estado de conservación ha sido calificado de "grave" por parte de los técnicos del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, al permanecer la mayoría de ellos calcinados y presentar unos materiales de construcción que en cualquier momento se pueden desplomar sobre los transeúntes, tales como el hierro, la madera o el cristal.
Además, la zona incendiada no está acordonada ni señalizada para impedir el acceso de la gente, y se extiende a lo largo de un pasillo que conecta con una de las salidas alternativas de emergencia que está destinada a los establecimientos de la parte de arriba, por lo que los técnicos señalan que es necesario construir otra escalera para continuar con la actividad comercial en el resto de la planta.
Por ello, en el decreto también se establece que como medida cautelar se impida la entrada a ese pasillo mediante obstáculos infranqueables, al tiempo que se solicita a la comunidad de propietarios que ejecuten de manera inmediata las obras de reparación del interior de los locales, que se restituya el alumbrado básico, y que se pavimente el exterior del edificio para adecuarlo al entorno.
La finalidad de las últimas actuaciones exigidas por la administración local está encaminada a eliminar el "daño grave" que a la imagen urbana ocasiona la situación de abandono y deterioro actual en la que se encuentra el centro comercial, que es uno de los primeros que se edificó en el sur de la isla, con casi cuarenta años de antigüedad.