Las construcciones turísticas afectan a la reserva marina

Europa Press Islas Canarias
Actualizado: domingo, 16 abril 2006 14:00

LA PALMA DE GRAN CANARIA, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -

La conservación del hábitat no hace muchas migas con el hormigón que exige el progreso. El desarrollo urbanístico, según los técnicos, constituye el principal problema ambiental de la reserva marina de interés pesquero de La Palma. Los proyectos hoteleros y alojativos aumentan considerablemente la presión antrópica en todo el espacio acotado.

El equilibrio entre la preservación del ecosistema y la expansión urbana ha de ser exquisito en un enclave que, como la reserva marina de interés pesquero de la isla, se ve alterado por la mínima perturbación externa.

Los procesos de degradación debido a la acción humana, en estos casos, socavan el futuro de estos frágiles espacios. Según exponen los responsables del seguimiento y conservación del citado trecho oceánico protegido, el despliegue residencial representa, desde el punto de vista ambiental, una de las amenazas más significativas del descrito entorno.

Frente a la franja del litoral que ocupa el caladero atlántico delimitado como área de restricción pesquera para la recuperación de los recursos marinos, justo delante de la playa La Zamora, se encuentra la parte integral de la reserva.

Al lado, hace más de tres años, se levantó el complejo hotelero de Cerca Vieja. Se trata de dos establecimientos integrados en la misma parcela con capacidad para más de 1.200 camas.

Asimismo, están proyectados planes parciales, con nuevas edificaciones residenciales, en los núcleos costeros de Charco Verde, El Remo y Puntalarga. Todas estas actuaciones repercutirán en el referido hábitat y, en consecuencia, en el ecosistema de la zona, tanto terrestre como marino, según los especialistas.

Paralelamente al desarrollo urbanístico, según fuentes del Instituto Español Oceanográfico, "se pretenden ejecutar otras infraestructuras que afectan al litoral y a los fondos de la reserva marina". Citan, como ejemplos, los puertos deportivos y la alimentación artificial de playas, y señalan que "no hay coincidencia de objetivos entre departamentos ministeriales (Dirección General de Costas y Secretaría General de Pesca Marítima) en esta zona atlántica".

También incluyen en las distorsiones ambientales de la reserva marina la cercanía de los cultivos de plataneras. Estas plantaciones agrarias "producen residuos de distinta naturaleza". Igualmente, la pesca recreativa que se practica origina "numerosas basuras que acaban llegando al mar".

Según el Instituto Español Oceanográfico, "los problemas de índole pesquera que afectan principalmente a la reserva se centran en el sector recreativo". Por un lado, las infracciones cometidas por este sector al realizar inmersiones con fusil, y por otro, la pesca con caña desde tierra.

La pesca de recreo desde el litoral, en un principio, no estaba entre las actividades permitidas. No obstante, a petición de las autoridades locales, fundadas en aspectos sociales y tradicionales, se incluyo.

Desde el punto de vista biológico, la reserva marina de interés pesquero de La Palma alberga fondos espectaculares de naturaleza volcánica, donde aparecen comunidades de anémonas tropicales, difíciles de encontrar en el resto de las islas.

Es zona de paso para distintas especies de delfines y tortugas marinas. Al estar en aguas exteriores, la gestión compete en exclusiva al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

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