SANTA CRUZ DE LA PALMA, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los resultados de los últimos estudios realizados por el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) para vigilar y controlar este sistema volcánico revelan que registra valores normales de emisiones de CO2. Actualmente emite 1.060 toneladas diarias a la atmósfera, un volcán que tiene un registro de 900 a 1.500 toneladas diarias desde 1997 hasta la fecha.
El sistema volcánico de Cumbre Vieja continúa registrando valores normales de emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, según reflejan los resultados de la campaña científica más reciente para evaluar la tasa de emisión difusa total de CO2 por todo el edificio volcánico de Cumbre Vieja.
El ITER realizó medidas de estos parámetros en 600 puntos de observación distribuidos a lo largo de todo el citado edificio volcánico, con la finalidad de evaluar y comparar loa resultados de esta campaña con los obtenidos en otras realizadas con anterioridad.
Los resultados revelaron que Cumbre Vieja emite 1.060 toneladas diarias de dióxido de carbono. El valor relativamente más alto que se ha registrado desde 1997 hasta ahora tuvo lugar en el año 2000, cuando se registraron unas 2.350 toneladas diarias.
En este programa geoquímico participan y colaboran investigadores de las Universidades de La Laguna, Tokio (Japón) y Ohio (Estados Unidos, además del Instituto Nacional de Geofísica y Volcanología Italiano.
Desde 1997 el ITER materializa un programa de vigilancia para el sistema volcánico de Cumbre Vieja. Este programa, que cuenta con el apoyo del Cabildo de La Palma, se ha ido fortaleciendo a través de los proyectos Alerta y Alerta II, así como por la reciente participación del Gobierno de Canarias, para contribuir a la mejora de la vigilancia volcánica en el Archipiélago.
Estas sinergias contribuyen a la reducción del riesgo volcánico en La Palma, dado que fortalecen el sistema de detección temprana de señales de alerta sobre el fenómeno volcánico. El fortalecimiento de la vigilancia de Cumbre Vieja se está realizando a través del ITER, mediante la mejora y la optimización de los programas geoquímico y geodésico actualmente existentes.
La finalidad de materializar ambos programas es proporcionar un enfoque multidisciplinar a la vigilancia del citado volcán. De esta forma, se cumplimenta una de las acciones recomendadas por la comunidad científica y política internacional por medio de la Asociación Internacional de Volcanología y Química del Interior de la Tierra y de la Organización de las Naciones Unidas: que la vigilancia volcánica tenga un enfoque multidisciplinar.
La vigilancia se lleva a cabo a través de estaciones instrumentales ubicadas en la Isla, operativas 24 horas al día y 365 días al año, así como mediante varias campañas científicas periódicas (anuales) que buscan la adquisición de información adicional para la vigilancia.
