Dos vecinos de Arguineguín denuncian que viven con las ventanas tapiadas por bloques sin encalar

Actualizado: viernes, 22 diciembre 2006 13:38


LAS PALMAS DE GRAN CANARIAS, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -

Dos familias de Arguineguín llevan casi cinco años condenadas a un calvario de oscuridades. La construcción de un muro les ha robado toda la luz que entra por sus ventanas, hasta tapiar con bloques el aire que respiran.

Ahora una de ellas ha ganado un juicio que obliga al Ayuntamiento de Mogán a demoler la obra. Se llama Yolanda Hernández Suárez, y está dispuesta a denunciar al alcalde por desacato a la autoridad, pues en breve se cumple el plazo para ejecutar el fallo judicial y hasta el momento nadie ha mostrada el más mínimo interés por su drama.

"Siento desesperación e impotencia, porque encima el señor alcalde tiene una sentencia firme que ordena el derribo y no quiere cumplirla", asegura la afectada, quien comprobó en apenas tres días cómo sus vecinos construyeron una planta más en la azotea. "Una tarde me encontré el muro y lo denuncié, pero no sirvió de nada porque luego echaron el techo ante la mirada de los municipales", explica Hernández.

Lo mismo le ocurrió al dueño de la casa contigua. Él y su mujer se toparon de repente con un muro de cemento que les ha amargado la vida, también levantado por otros vecinos para edificar un nuevo piso donde antes sólo había un patio. "Me han robado el aire y la claridad", afirma con resignación Antonio García. Y es que la luz sólo pasa a través de los 20 centímetros de separación que dejaron entre sus ventanas y los bloques sin encalar.

Las cocinas de ambos están amarillentas por la escasa ventilación, el recibido de la electricidad se ha disparado por la oscuridad, e incluso han tenido que comprar secadoras ante la imposibilidad de tender la ropa al sol. Dicen que viven en un cementerio, sobre todo en invierno, aunque en verano la cosa no mejora y las dos viviendas se convierten en un horno.