LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno canario ha puesto en marcha un programa de medidas para evitar la expansión de la tuta absoluta --polilla del tomate--, una plaga ya presente en las islas que ha causado daños muy importantes en plantaciones de la Península.
El director general de Agricultura del Gobierno autonómico, Domingo Bueno, recordó hoy en una reunión en Las Palmas de Gran Canaria a los presidentes y gerentes de las cooperativas que se dedican al cultivo de tomates en el archipiélago la importancia de mantener en buen estado sus invernaderos para frenar la expansión de dicha plaga, según informó el Ejecutivo regional en un comunicado.
Según se puso de manifiesto en la reunión, una más dentro del calendario de acciones informativas que está desplegando la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias para dar a conocer esta nueva plaga, la colaboración del sector es "esencial".
La medida más aconsejable de cara a la próxima campaña es limpiar en profundidad los invernaderos ahora que la zafra ha terminado, puesto que la tuta se queda en el suelo de los mismos. De no ser así, los individuos adultos destrozan desde el principio las plantas pequeñas.
LIMITACIÓN DE ENTRADA DE TOMATES
La polilla del tomate es una plaga detectada en las islas en diciembre de 2008, para cuya vigilancia y detección precoz se ha dispuesto una red de trampas en todas las zonas tomateras del archipiélago. Se encuentra ya en todas las zonas de Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura, y ya antes de haberse detectado la Consejería solicitó al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino la limitación a la entrada de tomates en rama en las islas, que no fue estimada.
Está presente en el levante peninsular, Italia, Holanda, Portugal o Marruecos, lo que habla de la extensión y voracidad de la plaga, si bien los agricultores que respetan el código de buenas prácticas y de higiene aplicables a toda explotación agrícola, no han tenido problemas con ella.
Así, el Ejecutivo regional citó como ejemplo la situación del sector en Almería hace dos campañas, cuando se detectó la presencia de la tuta absoluta y no se adoptaron las medidas pertinentes. Actualmente la tuta afecta al 30 por ciento del tomate de esta provincia, que ha tenido que ser tirado a los vertederos.
Ante estas primeras detecciones en Canarias, se han adoptado los medios necesarios para frenar su expansión, intensificando la colocación de trampas de feromonas, distribuidas gratuitamente a los agricultores. Las trampas son cápsulas con un atrayente sexual para el insecto, que se pega a la misma. Se colocan a razón de dos trampas por hectárea de terreno y permiten detectar la presencia de la plaga.
Igualmente, el Gobierno autonómico llamó la atención respecto el uso racional de productos fitosanitarios, puesto que su eficacia depende de que la tuta no genere resistencia a los mismos. El mantenimiento de los invernaderos junto al control biológico, químico y biotecnológico se platea como la mejor fórmula para romper el ciclo de la plaga. La Consejería ha editado un tríptico con toda la información disponible y las medidas preventivas y de control.
La mejor fórmula, se reiteró, es mantener los invernaderos en buen estado, comprobar los cerramientos de las cubiertas y ser sumamente escrupulosos con la limpieza de las explotaciones. Este tipo de prácticas culturales se completan con el control biológico a partir del uso de míridos, chinches que la Dirección General de Agricultura facilita de forma gratuita y permite combatir la tuta sin el uso de productos fitosanitarios.
Los cuidados que los técnicos del departamento autonómico de Sanidad Vegetal están aplicando en Canarias ya han dado buenos resultados en la Península, e inciden en la necesidad de efectuar un buen cerramiento del cultivo, utilizar dobles puertas y cuidar las mallas.