Un grupo de profesionales canarios creó hace 30 años el primer centro de salud de España

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

Hace 30 años un grupo de jóvenes desarrolló en las cumbres de Tirajana un proyecto de atención sanitaria integral que ha pasado a la historia como el primer centro de salud de España.

Ahora la mayoría desempeña trabajos o cargos relevantes en el seno de la sociedad canaria, aunque todo empezó en mayo de 1976 como una utopía trufada de romanticismo, poco después de que el médico José Joaquín O'Shanahan regresara a las Islas y decidiera aplicar en su tierra los conocimientos sobre salud pública que había aprendido en Brasil.

El lugar elegido para intentar cambiar la sociedad en los albores de la democracia fue la cuenca de Tirajana, una zona rural a caballo entre los municipios de San Bartolomé y Santa Lucia que en aquel entonces sufría el rigor de la pobreza. Allí, en el espacio destinado a un simple médico, se instaló todo un equipo de trabajo integrado por dos facultativos, una enfermera, un trabajador social, dos secretarías, un publicista, un auxiliar laboral y otros de saneamiento, enfermería y asistencia, además de la colaboración de un sociólogo.

Vivían a salto de mata entre el sueldo compartido del médico titular de la plaza, las ayudas de los vecinos en forma de fruta, huevos y demás alimentos típicos de la zona, y las aportaciones económicas que recibían de los dos ayuntamientos para el fondo común con el que afrontaban los gastos. Hasta que se rompió el idilio con ambas instituciones en 1977, y tuvieron que montar bulla en los plenos para mantener intacto el idealismo sobre el que descansaba un proyecto volcado en la convivencia.

Los lugareños les apoyaron en sus reivindicaciones, muchas de ellas centradas en la construcción de carreteras para llegar hasta barrios o en la instalación de agua y luz. "Mi vida cambió después de que los conocí a ellos", confiesa Mari Carmen López, una vecina de Tunte que entonces participó en las protestas y ahora rememora la pequeña revolución social que se vivió en el pueblo. Y es que se impartían charlas sobre sexualidad, se controlaba el agua que emanaba de los manantiales, y se educaba a la gente en salud para que resolvieran sus propios problemas. "Aprendí hasta a pinchar para coger el azúcar en sangre", añade López.

El reconocimiento institucional les llegó casi al mismo tiempo que el fracaso, cuando esta experiencia comunitaria obtuvo la declaración de centro piloto, ante la inminente creación de la red sanitaria nacional. Fue en el 80, y para conseguirlo se atrincheraron en la iglesia hasta llamar la atención del primer ministro de Sanidad que tuvo la democracia, que en ese momento estaba de vacaciones por estos lares. Así se desvaneció el sueño de unos "locos comunistas", que es como eran calificados por el poder político de antes. Entre ellos estaban el actual viceconsejero de Inmigración del Gobierno canario, Froilán Rodríguez, o el propio O'Shanahan, que fue director general de Salud Pública. Ahora, la cuarta bienal sobre Planificación Sanitaria le rinde homenaje en las jornadas que se celebran en el sur de la Isla.