SANTA CRUZ DE LA PALMA, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Convenio de Aguas, que se firmará en breve entre el ejecutivo autonómico y el Estado, supondrá la inversión en La Palma, en los próximos cuatro años, de 41,72 millones de euros. Así lo anunció el consejero de Infraestructuras, Transporte y Vivienda del Gobierno de Canarias, Antonio Castro.
El responsable de Infraestructuras especificó que las obras previstas en esta línea de financiación son la balsa de Vicario, la segunda fase del sistema hidráulico de La Viña (la presa de La Viña), obras de saneamiento y depuración (entre las que destacan las depuradoras comarcales de Las Breñas y el Valle de Aridane) y una conexión mayor desde La Laguna de Barlovento hasta Tijarafe.
Según el consejero, en estos momentos el proyecto más avanzado es el embalse de Vicario, que se espera puedan licitar e incluso iniciar las obras en esta legislatura, antes de mayo de 2007. Un embalse que tendría una conducción desde la Caldera de Taburiente hasta Vicario, en Tijarafe.
En lo que se refiere a la presa de La Viña, Castro señaló que "por cuestiones medioambientales y de que es necesario un entendimiento con el Heredamiento de las Haciendas de Argual y Tazacorte, este embalse se encuentra en un segundo lugar". En cualquier caso, estima que esta obra podrá iniciarse en 2008.
Castro se detuvo en analizar el sistema hidráulico de La Viña, que, "en realidad, es el sistema hidráulico de la isla" y que incluye el túnel de trasvase, que estaba pensando para poder transportar agua de la cuenca NE a la SO, pero que se acabó convirtiendo en dos macrogalerías por el volumen de agua encontrado y el aprovechamiento de las aguas de la cuenca de la Caldera, que engloba el embalse de La Viña, el de Hoyas Hondas y Todoque y la balsa de Vicario.
Para el máximo responsable en materia hidráulica del archipiélago, La Palma "tiene una capacidad de embalse enorme, que no teníamos hace quince años, cuando toda el agua era privada". En este sentido, explicó que la capacidad pública es de 25 hectómetros cúbicos al año, lo que supone que si se tiene en cuenta que la producción de agua de la isla está por encima de 90 hectómetros cúbicos, un tercio del agua que se genera en La Palma procede de la que se aprovecha de la lluvia.
No obstante, esta capacidad aumentará considerablemente cuando concluya la red de embalses prevista, momento en que alcanzará un 50 por ciento la capacidad pública.
Esta circunstancia, en palabras de Antonio Castro, ha producido "un vuelco enorme en La Palma porque tenemos un agua de más calidad y más barata, permitiendo recuperar la calidad de los pozos y los suelos que estaban sufriendo un proceso de salinización". Asimismo, aseguró que la isla dispone, sin contar con el empleo de agua depurada, de suficiente preciado líquido dentro de las previsiones de crecimiento que tiene prevista La Palma para los próximos quince años, incluyendo el desarrollo del sector turístico con la implantación de instalaciones como los campos de golf.