La isla dispone de dos nuevas infraestructuras para la lucha contra los incendios forestales en el norte

Actualizado: viernes, 10 marzo 2006 17:03


SANTA CRUZ DE LA PALMA, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Palma cuenta con dos nuevas infraestructuras que suponen un avance importante en la lucha contra incendios forestales en el norte de la isla. Se trata del depósito regulador de agua de Puntagorda y de la red de alta presión de Gallegos, prometidos por el Gobierno de Canarias tras el espectacular incendio que tuvo lugar en la isla en septiembre de 2005.

Ambas obras comenzaron en noviembre de 2005 y concluyeron en enero de 2006. El consejero de Infraestructuras y Medio Ambiente del Cabildo de La Palma, Gerardo Hernández, destacó la importancia de estas instalaciones, por cuanto "constituyen actuaciones tendentes a proteger la masa forestal de la isla, una de las más importantes de Canarias".

Los trabajos, adjudicados por la vía de urgencia y sufragados con fondos del ejecutivo regional, fueron ejecutados por dos empresas palmeras. En cuanto al depósito regulador de agua de Puntagorda, es una instalación cubierta que se divide en dos, con capacidad para almacenar 742 metros cúbicos de agua.

Esta infraestructura hidráulica, ubicada en la zona conocida como El Reventón, se utilizará como depósito de cabecera para la lucha contra incendios forestales en la comarca noroeste, "donde existe mayor riesgo de incendio y con mayor facilidad se ha propagado el fuego históricamente". Así explicó Hernández la necesidad de este depósito, apuntando que "su capacidad para el almacenamiento de agua constituye uno de los aspectos más importantes en la efectividad de este sistema".

Por lo que a la red de alta presión en la zona de Gallegos se refiere, el consejero señaló que con ella se pretende la defensa del municipio de Barlovento frente a posibles incendios procedentes de la zona noroeste de la isla, un mecanismo que resulta básico para evitar la evolución de los incendios hacia la zona sur por el flanco este insular.

Las obras consistieron en la colocación de una tubería de acero de unos tres kilómetros de longitud, en la que también se instalaron 85 tomas rápidas para la colocación de cañones de alta presión. Para tal fin, se llevó a cabo el desbroce de algunas zonas de pinar.

A estas actuaciones se suma, con otra inversión cercana a los 180.000 euros, el tratamiento de los bordes de la masa forestal afectada en el citado incendio, un total de 1.800 hectáreas, con el objetivo de conseguir su rápida regeneración y salvaguardar el suelo.

Los expertos no dudaron en afirmar que de las pérdidas registradas como consecuencia de ese siniestro forestal "lo más importante es el suelo, donde se asientan otros ecosistemas que debemos proteger".