SANTA CRUZ DE TENERIFE, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presupuesto aprobado en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife prevé gestionar 317 millones de euros en 2006. Izquierda Unida Canaria (IUC) critica que "sólo el 3,2% de (10,1 millones de euros) se destinará a gasto social, un 0,8% más de lo dedicado a fiestas".
A juicio de IUC, "se trata de un presupuesto antisocial, entre otros motivos porque se aplicará en una ciudad con 8.729 niños entre 0 y 4 años, que disponen de una única guardería municipal, con 61 plazas, un convenio con otra guardería, con 60 plazas, y un tercer centro, con 41 plazas, cuya gestión ya se sacó a concurso público". El propio alcalde declaraba, en noviembre pasado, que "no soy partidario de las guarderías públicas".
Al señalar las "graves" deficiencias sociales de la capital de provincia que no soluciona el presupuesto actual, IUC denuncia que Santa Cruz de Tenerife tiene 11,3 plazas de residencias de la tercera edad por cada mil habitantes, frente a 12,7 en Canarias y 35,1 de media nacional. Canarias es la comunidad autónoma con menor ratio de estas plazas de toda España "y Santa Cruz ni llega a ese nivel".
La situación de los mayores "es tan lamentable que la propia concejal de Asuntos Sociales, Maribel Oñate, reconoció recientemente que es difícil llegar al objetivo asumido de dar atención domiciliaria al 8% de los mayores santacruceros en 2008, pues actualmente sólo se presta ese servicio al 4,3% (1.365 usuarios en una población de 31.000 mayores de 65 años)". Y debe recordarse que el Diputado del Común denunció, en el Parlamento de Canarias, el incumplimiento del objetivo de dar atención domiciliaria al 8% de los mayores canarios en 2004.
Ramón Trujillo, coordinador insular de IUC, considera "coherente con el neoliberalismo de las autoridades municipales el mísero presupuesto social que condena a los santacruceros a vivir por debajo de sus posibilidades".
En opinión de Trujillo, el balance de la gestión del alcalde, Miguel Zerolo, recogido recientemente en un diario local, "parece más la memoria de obras de una empresa constructora que el relato de una gestión de gobierno".
"Los neoliberales rechazan que el gasto social público vaya más allá de lo asistencial, pero aceptan que el gasto público financie un desmesurado e innecesario crecimiento de obras de todo tipo".
Trujillo concluye afirmando que "nuestros gobernantes neoliberales son una especie de creciente gremio de taladores de la Amazonia que, cuanto más crecen, más socavan su fuente de riqueza y que, cuanto más suben, más alta será la caída que le están preparando a nuestros hijos".
