LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 29 Dic. (EP/IP) -
Una veintena de curiosos se congregó el miércoles en una calle de El Tablero para presenciar cómo el Ayuntamiento sureño retiraba una antena de telefonía móvil. Pero la operación salió rana. Un juez frenó a última hora la iniciativa municipal, que iba camino de crear un precedente en San Bartolomé de Tirajana y al final se quedó en un intento frustrado, pues era la primera vez que Disciplina Urbanística se disponía a retirar una antena de un núcleo urbano por carecer de licencia para ser instalada. Las demoras en la ejecución de la orden, en parte motivadas por las dimensiones de la infraestructura y la poca capacidad de grúa municipal, posibilitaron que un representante de Telefónica acudiera a los juzgados de Maspalomas y consiguiera la suspensión cautelar de la operación. La agonía de los vecinos continúa. Llevan más de cinco años exigiendo la eliminación de la antena. Dicen que su funcionamiento les afecta a la salud, por el ruido y los episodios de migraña que se registran en las casas colindantes.