LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
Nieves Hernández, la madre de Sara Morales, que desapareció el 30 de julio de 2006 tras salir de su casa en Las Palmas de Gran Canaria, confesó hoy a Europa Press que duda de que exista una carta en la que Miguel Ángel M. R. --acusado como presunto violador en serie del furgón blanco en la isla-- confesara, antes de suicidarse el pasado jueces en la cárcel de Salto del Negro, que él no había secuestrado a su hija.
Hernández incidió en que ni ella ni su familia han recibido dicha misiva y mostró sus dudas de que ésta exista. "No creo en la credibilidad de esa carta", aseguró, no obstante.
"Creo que lo que quieren es limpiar la imagen de este hombre y lo hacen para decir que él era inocente y estaba en la cárcel por culpa de Sara", aseveró la madre de la niña de 17 años desaparecida.
Asimismo, comentó que agentes de la Policía Nacional interrogaron en su día a Miguel Ángel M.R. porque vivía cerca de su casa en la zona de La Feria en la capital grancanaria.
INVESTIGACIÓN POLICIAL
La Policía Nacional investiga la veracidad de la carta de Miguel Ángel M. R. --acusado que estaba imputado por 22 presuntos delitos-- en la que confesó, antes de suicidarse, que él no había secuestrado a la menor Sara Morales, quien desapareció el 30 de julio de 2006 después de salir de su casa en Las Palmas de Gran Canaria para una cita a la que no llegó.
Así lo informaron a Europa Press fuentes cercanas a la investigación, que apuntaron que la misiva está siendo investigada por el juez instructor del caso y agentes del Cuerpo Nacional de Policía ya que "puede ser una prueba y hay que tener mucho cuidado".
Asimismo, se están realizando pruebas caligráficas para comprobar que la letra coincide con la de Miguel Ángel M.R., agregaron las mismas fuentes, que argumentaron que debido a la investigación en curso "no se puede hacer pública la carta ni se le puede entregar a la familia" de la joven "por el momento".
El hombre acusado de numerosas violaciones en Gran Canaria falleció el pasado jueves 22 de enero ahorcado en las duchas del patio de la cárcel de Salto del Negro. Un mes antes había entregado una carta a sus hermanos destinada a la madre de Sara Morales, Nieves Hernández, en la que se exculpa de lo que pueda haberle ocurrido a la joven.