Martín resalta que los inmigrantes no pueden ser moneda de cambio o arma arrojadiza entre partidos

Europa Press Islas Canarias
Actualizado: martes, 30 mayo 2006 22:37

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 30 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno de Canarias, Adán Martín resaltó hoy durante la lectura de su discurso con motivo de la celebración del Día de Canarias que los inmigrantes no pueden ser moneda de cambio o arma arrojadiza entre partidos. Adán Martín recordó que las islas han pasado a ser de tierra de emigrantes a receptores de flujos migratorios, muchos de los cuales entran en las islas a través de los aeropuertos para encontrar un futuro mejor.

A continuación reproducimos en su integridad el discurso del presidente del Gobierno de Canarias en el acto institucional del Día de Canarias, el que se hizo entrega de las distinciones a los premios Canarias 2006, que este año recayeron en la Asociación Pinolere de La Orotava, el Club Natación Metropole de Las Palmas de Gran Canaria y en el escritor Juan Manuel García Ramos.

"Canarias llega al 30 de mayo de 2006 en unas circunstancias muy especiales. Hemos entrado en este siglo XXI con la madurez que alcanzan los pueblos cuando su sistema democrático está consolidado, sus instituciones funcionan y los índices básicos que miden su grado de desarrollo -en cultura, infraestructuras, empleo, servicios y prestaciones- han alcanzado las cotas de los países del primer mundo.

Y, además, continuamos planificando su futuro, día a día.

Hasta llegar aquí, Canarias ha superado muchos obstáculos. Y desde mucho antes de aquel 30 de mayo de 1983 en el que se constituyó el primer Parlamento de Canarias e iniciamos el camino del autogobierno. De hecho, ningún otro territorio insular del mundo con similares condicionantes ha podido avanzar tanto en tan poco tiempo.

Pero no quiero que esto suene a ningún triunfalismo. El Día de Canarias no es una fecha para ejercer la autocomplacencia, sino para festejar lo que hemos progresado en estos años. El ejercicio de la autoestima es necesario tanto en la vida personal como en la colectiva, pero no debe cegar a nadie. No debe evadirnos de los retos que nos aguardan ni enmascarar los problemas que nos frenan. Al contrario. Nos debe permitir afrontarlos con actitud positiva, resuelta. Con la creencia firme en nuestras posibilidades para abordar con valentía el futuro por nosotros mismos.

Señoras y señores, Hizo falta esa actitud positiva y resuelta, hizo falta mucho coraje para remontar la lejanía, la insularidad y, sobre todo, el olvido del que hemos sido objeto durante décadas y siglos. Como hace falta mucho tesón para emprender un camino -individual o colectivo- de superación en un territorio tan lejano y con tal escasez de recursos propios como el canario. Y ese tesón, ese coraje para recorrer esa senda difícil lo reconocemos en las personas o asociaciones que hoy premiamos. Y a los que, en primer lugar, quiero felicitar en nombre de todo el pueblo de Canarias, por su trayectoria y su contribución a hacer de este país una tierra mejor.

Enhorabuena a nuestros Premios Canarias 2006: a la Asociación Pinolere de La Orotava, al Club Natación Metropole de Las Palmas de Gran Canaria y a Juan Manuel García Ramos.

Enhorabuena también a nuestras Medallas de Oro de Canarias 2006: a los Ranchos de Canarias, a Rafael Nebot, Víctor Pablo Pérez, María Adela Martínez, a la Sociedad Aridane de La Palma, a Carmelo González Acosta, Rosana, la Asociación Proyecto Hombre de Canarias, a José Sánchez Rodríguez, a Leopoldo Cólogan y, a título póstumo, a Juan Ramón Hernández Martín.

A todos ustedes -que ya han entrado por derecho propio a formar parte de nuestra historia más ilustre- me gustaría repetirles lo que también les dije a los premiados en el 2004 y en el 2005: ustedes son el reflejo de valores universales y el espejo de nuestras virtudes. Ustedes son, sin duda, el mejor patrimonio del pueblo de Canarias. Gracias. En nombre de todos los canarios, gracias.

Señoras y señores,Comencé estas palabras diciéndoles que nuestro pueblo celebra este treinta de mayo en circunstancias muy especiales. Porque estamos ante un escenario de problemas y oportunidades que es necesario afrontar con nuevas herramientas.

Nuestro objetivo no es ya -como lo fue en el pasado- la pura supervivencia, lograr encontrar un camino que nos permitiera sobrevivir a la pobreza, la emigración o el analfabetismo. Y aún existiendo, por desgracia, bolsas de pobreza, como en toda sociedad desarrollada, seguimos luchando con nuevos instrumentos para ayudar a los más débiles a paliar su escasez de recursos. Como ha sido y es nuestro compromiso por las personas.

Esa lucha, más difícil y tenaz que en los espacios continentales, es ya una parte muy señalada de nuestra historia. La superación de dificultades nos fortaleció. Y afianzamos nuestras capacidades para avanzar. Ahora, las circunstancias han cambiado. Y los problemas también.

Canarias es la frontera Sur de Europa, su ultraperiferia. Hoy por hoy, es el territorio más desarrollado de la costa oeste africana. Y el primer punto de contacto con el viejo continente para los miles de personas de América Latina que sueñan con llegar a Europa. En el pasado nuestro Archipiélago también fue confluencia de rutas intercontinentales y eso, entre otras circunstancias, hizo del canario un pueblo de múltiples mestizajes. Hace ya año y medio que presentamos al Parlamento de Canarias una estrategia para el futuro desarrollo de nuestras islas como Archipiélago Atlántico, que pasa por reforzar la unidad de Canarias como un espacio único y su proyección como una plataforma tricontinental. En la actualidad ese papel de nodo, de cruce y punto de encuentro, se ha reforzado y ha traído distintas consecuencias.

La primera de ellas, que hemos pasado de ser tierra de emigrantes a receptores de los flujos migratorios de los tres continentes. Todos hemos vivido con preocupación en estos meses la llegada masiva de cayucos con cientos, miles, de seres humanos desesperados, huyendo del hambre, la guerra y la muerte. Y a todos nos duele profundamente el trágico desenlace con que finaliza el sueño de muchas de estas personas que pierden su vida en el camino.

Sabemos que muchos más llegan todos los días por los aeropuertos, pero con intención de quedarse y encontrar un futuro mejor que el que les depara su país de origen aunque sea de forma irregular.

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