El Plan General prevé un crecimiento para el municipio de San Bartolomé de 80.000 personas en 20 años

SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Plan General de Ordenación Urbana del municipio de San Bartolomé de Tirajana entra en su recta final, al menos en lo que a la terminación del documento se refiere, según señaló ayer el Concejal de Urbanismo, José Juan Santana, quien aseguró que "la previsión es llevarlo al pleno en la última semana de abril".

Por ese motivo, el Consistorio organizará durante esa semana unas jornadas sobre el Plan General, en las cuales participarán los técnicos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria que han analizado la problemática que arrastran los centros comerciales y su rehabilitación, así como arquitectos y expertos que aporten una visión crítica sobre el actual modelo de desarrollo turístico.

El edil afirma que el objetivo de estas jornadas es la participación de la ciudadanía en el debate que va a generar la aprobación de este documento, que fijará los criterios para el desarrollo del municipio en los próximos 20 años, periodo en el que se estima que el crecimiento demográfico se sitúe en los 80.000 habitantes, cuando San Bartolomé cuenta en la actualidad con poco más de 48.000.

"Por eso hemos encargado a los técnicos de Elmasa un estudio sobre las necesidades de abastecimiento, depuradoras, canales y nuevos suelos que se precisan para afrontar este crecimiento", explica Santana, al tiempo que confiesa que ya se han contestado las 5.000 alegaciones formuladas y sólo quedan por renegociar siete convenios urbanísticos con empresarios.

Sin embargo, aunque se impulse el debate sobre un desarrollo turístico alternativo, el planeamiento municipal no va a cuestionar el modelo económico actual. "Las directrices y la moratoria impiden que entremos a trabajar en la zona turística, por lo que lo único que podemos hacer son propuestas sobre la rehabilitación y la reconversión del sector sin cuestionar el modelo actual", apuntó el edil.

En ese sentido, Santana se mostró conforme con las restricciones que establece la ley, incluso confesó estar a favor de la directrices, al afirmar que la solución está en "salvar lo que ya existe y recuperar las camas que se han perdido en uso residencial, porque el sol y la playa están donde están y no se pueden cambiar de sitio". Y se refiere a uno de los problemas más importantes que sufre el municipio: la utilización de las plazas extrahotelares como viviendas familiares y el cierre de buena parte de esa oferta alojativa.