SANTA CRUZ DE TENERIFE, 28 May. (EUROPA PRESS) -
El Partido Socialista Canario (PSC) aún duda si la Comisión Delta puede fijar ya sus conclusiones definitivas o si debe prolongar sus investigaciones acerca de las actuaciones del Gobierno tras el paso de la tormenta por las islas el pasado mes de noviembre.
Su portavoz en la materia, la diputada Gloria Gutiérrez, señaló hoy que la causa de la indecisión es que "todavía el PSC está analizando la última documentación remitida a la comisión". Gutiérrez señaló que "aporta datos importantes que deben ser estudiados con calma" antes de establecer las conclusiones definitivas.
Además, continúo Gutiérrez, "las conclusiones a las que llegue la comisión pueden resultar determinantes a la hora de establecer la responsabilidad en las indemnizaciones a causa del corte del suministro eléctrico por parte de la empresa Unelco-Endesa".
La diputada socialista recordó que la ley señala que si la causa de un perjuicio se debe a una causa mayor, nadie queda obligado a resarcir los daños ocasionados. En cambio, si la responsabilidad se puede atribuir a alguien en particular, debe indemnizar por los daños causados. Si bien las conclusiones de la comisión sólo tienen un alcance político, "pueden ser usadas como prueba en un procedimiento legal por parte de los perjudicados que exijan indemnizaciones".
"Una de las conclusiones a la que tendrá que llegar la comisión se refiere a la velocidad del viento que afectó a los tendidos eléctricos en los que se derrumbaron las torretas y que causaron el corte del suministro eléctrico en Tenerife", indicó Gutiérrez.
La diputada señaló que si la comisión concluye que las velocidades del viento superaron los 150 kilómetros por hora, "tal y como sostienen los miembros del los demás grupos y la propia empresa eléctrica", la causa del corte del suministro se atribuirá, "probablemente" a una causa de fuerza mayor. Es todo es así porque la ley sólo exige que la torres de electricidad soporten el embate de vientos de 120 kilómetros por hora, más un factor adicional de aguante que eleva su resistencia hasta los 150 kilómetros por hora.
"Si por el contrario, la comisión concluye que los vientos que soportaron los tendidos de Unelco-Endesa estuvieron por debajo de los 150 kilómetros por hora, a pesar de la presencia de rachas puntuales que hayan podido sobrepasar ese límite, la empresa eléctrica tendrá que indemnizar a los afectados", apuntó Gutiérrez.
La última documentación que la comisión recibió durante la semana en que se produjeron las comparecencias finales, incluye un informe efectuado por la Universidad de La Laguna sobre la "dinámica atmosférica" de Tenerife en los días 28 y 29 de noviembre, cuando la tormenta llegó a Canarias. Gutiérrez señaló que según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Meteorología (INM) reproducidos en ese estudio, sólo en Güímar se registraron "rachas máximas" de viento de 170 kilómetros por hora. El registro de los vientos de Güímar es relevante por su cercanía al lugar donde se produjo la caída de la mayor parte de las torres.
"No se trata de la velocidad constante del viento, sino de rachas, de carácter puntual", matizó la diputada. "Unelco-Endesa y los otros grupos alegaron que los vientos de la tormenta Delta estuvieron cerca de los 250 kilómetros por hora pero esas velocidades sólo se presentaron en rachas, también puntuales, cerca del Teide, en el Observatorio de Izaña a más de 3.000 metros de altitud", aclaró Gutiérrez.
El 16 de diciembre de 2005, el director del Centro Meteorológico de Canarias Occidental (dependiente del INM), Víctor Quintero, señaló que las velocidades medias máximas del Delta registradas en la provincia de Santa Cruz de Tenerife fueron inferiores a los 120 kilómetros por hora.
Quintero afirmó entonces que sus mediciones a nivel del mar registraron vientos máximos sostenidos de 98 kilómetros por hora, que se produjeron en el aeropuerto de La Palma, mientras que la medición más alta se produjo en el aeropuerto de Los Rodeos, de 116 kilómetros por hora.
En esa misma oportunidad, el director general del IMN, Francisco Cadarso, afirmó que el Delta merecía la consideración de tormenta tropical en vez de la de huracán, precisamente, porque la velocidad media máxima de los vientos no superó los 125 kilómetros por hora, límite superior para ser catalogado como tormenta tropical.