La acusada de asesinar a su hija dejó escrito: "Sólo piensa que Carol y yo estamos juntas"

"Estamos bien, estamos tranquilas, hemos estado todo el día jugando, tenemos paz, tú has visto lo que ella pasa, ya no se puede más"

La acusada habla con su abogada durante otra sesión del juicio
La acusada habla con su abogada durante otra sesión del juicio - EUROPA PRESS
Europa Press La Rioja
Publicado: miércoles, 16 febrero 2022 15:49

   LOGROÑO, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -

   A.U, a la que se juzga por un delito de asesinato tras la muerte de su hija, de cinco años, en un hotel de Logroño el 26 de enero del 2020, dejó escrito a su hermano: "Sólo piensa que Carol y yo estamos juntas" y también: "Busca la estrella que más brille y seremos nosotras".

   En la penúltima sesión de la causa, el jurado ha escuchado las cartas que dejaron escritas la acusada y su madre, y ha visto los vídeos que la policía encontró en la tableta de la acusada tras hallar el cadáver de la niña junto a A.U, que presentaba heridas en las muñecas y otras partes del cuerpo y que había intentado tirarse por la ventana, y que en el juicio ha negado que intentara suicidarse o matase a la niña.

   "Sé que muchos estareis sorprendidos por esta situación, pero llega un momento que todo tiene que tener su fin", explica en unos vídeos en los que también dice que los graba "para registrar" lo que le "viene pasando en los últimos cinco años".

   En ellos, también tiene "claro" que se van a "analizar" sus palabras y, también, sus gestos cuando se descubran las grabaciones. Se trata de un sucesión de vídeos que fue grabando y parando el día anterior a la muerte de la niña y en los que también dice: "Si veis el vídeo es porque ya no estamos aquí" y "si he tomado esta determinación es porque llevo cinco años padeciendo".

   En los vídeos quiere "dejar constancia de un acontecimiento" que lleva "sufriendo", dice, "cinco años" desde que tuviera a su hija con su expareja y él se desentendiera.

   La separación y posterior lucha por la custodia es relatada con sucesos puntuales en los que narra cómo él exigía sus condiciones, no se preocupaba por la niña, no le mandaba ropa, y quería la custodia pero no la cuidaba.

   También dice creer que no son "valores" que él tenga otra pareja o que no sepa ni freírse un huevo, ni lavarse la ropa; así como lo que "está viendo" Carolina cuando está con su padre, que le puede llevar "al mal camino" porque le enseña "polvitos para el dolor de cabeza".

   Explica que él "él metió a la niña a la guardería sin consenso" y cuando ella acudió al centro el personal le trató mal y no le quiso enseñar la matrícula.

   "Creo que con estos testimonios dejo claro que estoy en plena facultad mental, no sufro de nada, más bien es cansancio de este sistema mal y lento, que dice que protege pero no me protege y donde, al final, es hacer daño", dice.

   Añade: "Estoy cansada de procesos judiciales y de que no se me escuche" y manifiesta estar "tranquila". "Con esto me despido y espero que esto haga conciencia a la sociedad, y tome conciencia de los actos, porque todo acto tiene una consecuencia", afirma.

   En un vídeo a su hermano, en el que le cuesta hablar, le dice entre sollozos: "No estés triste, por primera vez en mucho tiempo tendré paz (...) te dejo las cosas en una cajita. Estamos bien, estamos tranquilas, hemos estado todo el día jugando, tenemos paz, tú has visto lo que ella pasa, ya no se puede más".

   Estos vídeos los graba el 25 de enero, al día siguiente ella y la abuela de la niña se desplazan, desde Haro, a un hotel de Logroño donde la niña muere asfixiada.

   "No pasa nada, no entres al trapo, que hagan, que digan, da igual, las pruebas están, tienes los audios", dice entre sollozos en vídeo a su hermano mientras se oye a la niña de fondo. Después le dice el número de la tarjeta: "Te quiero mucho", se despide.

   En uno de los vídeos sale la niña diciendo que quiere mucho a la abuela, a los primos a su madre.

"LLEGÓ LA HORA DE CERRAR LOS OJOS"

   En la sesión de hoy también se han leído las cartas que escribieron la abuela, que estuvo presente en el hotel y cuyo cadáver apareció en el Ebro, en la que manifestaba a su marido, tras haber sido víctima de una estafa: "Me suicidio porque no tengo valor, si te mentí fue porque buscaba solucionar esto".

   Añade en relación a la acusada: "A. se va conmigo, su decisión no tienen que ver con la mía, sabes que" J.C, su expareja, "no les va a dejar vivir".

   Por su parte, la acusada escribe una sentida carta a su hermano pequeño en la que le dice que "llegó la hora de cerrar los ojos", porque los últimos años "han sido infernales" y su "carrera de fondo llegó hasta aquí".

   Deja indicaciones sobre que no le gustan los velatorios, que siempre dijo que quería que sus cenizas fuesen al mar, aunque ahora le da igual, y que la niña Carolina no está bautizada y, por tanto, no puede pisar suelo santo. "Es mi hija, si no la quiero yo quien la va a querer", dice también de la niña.

   "No puedo más, me siento orgullosa de haber aguantado", afirma manifestando que necesita "paz" tras seis años en los que no tiene "tregua". Le deja su plan de pensiones con la condición de que les de una parte a sus sobrinos.

   A su padre también le dejó una carta en la que se refiere a su expareja, padre de Carolina, como un psicópata que pega a la niña, recordando que llevó el embarazo sola y pidiendo que le de a su hermana las joyas de oro.

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