Alrededor de un centenar de personas se concentran para protestar por el desmontaje de los edificios 22-24 de Rua Vieja

Actualizado: domingo, 5 febrero 2006 14:31

LOGROÑO, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -

Alrededor de un centenar de personas se concentraron hoy para protestar por el inicio de las obras de desmontaje de los edificios, situados en los números 22 y 24, de la calle Rua Vieja de Logroño, convocados por la Asociación de Amigos de La Rioja. Se trata de dos inmuebles del siglo XIV y XVI, que cuentan con niveles de protección 1 y 2, en los que se construirá un hotel con encanto.

Precisamente ante la polémica suscitada por la decisión de realizar esta técnica arquitectónica para la rehabilitación de los edificios por parte de la UTE (Unión Temporal de Empresas) formada por las compañías Larcovi-Comsa, su director gerente, Luis Zarraluqui, el pasado 6 de octubre del 2005, explicó en rueda de prensa que era la actuación "más idónea, más segura y la que más garantías de durabilidad ofrece" para la rehabilitación de los inmuebles.

Ahora una vez que las obras de desmontaje han comenzado, numerándose una a una las piedras que componen la estructura de los edificios, un centenar de personas se concentraron frente a los inmuebles. Una vez allí accedieron al solar donde se ubicarán varios viviendas, donde el historiador, Enrique Martínez Glera explicó el motivo de la protesta.

Minutos antes, el propio Martínez Glera, en declaraciones a los medios de comunicación, afirmó que la actuación supone "la desaparición de estos edificios" puesto que "aunque están numerando las piezas para volver a colocarlas, realmente el problema no está en la fachada sino en el interior".

El historiador matizó que "si sólo recuperamos la fachada, estaremos haciendo lo mismo que se está haciendo en otros edificios del Casco Antiguo" es decir "fachadismo, y conservar un poco como si fuera una tramoya de teatro de cara al espectador, aunque lo de dentro no será lo mismo".

En cuanto al tipo de protección de los edificios, Martínez Glera precisó que son edificios que "tienen la máxima protección". De hecho en uno de ellos, el número 22, que tiene protección 1, se sitúa al mismo nivel de la concatedral de La Redonda o la Iglesia de Palacio, como aseguró el historiador.

Dijo que "no comprendemos el motivo para que se desmonten, ya que dicen que es para facilitar una mejor consolidación de la estructura" pero "realmente lo que van a hacer es algo nuevo y luego reponer parte de esa fachada".

Con la protesta de hoy también los convocantes, como afirmó Martínez Glera se quería dar el "réquiem" a estos edificios. Indicó que ante esta actuación "mucha gente se esta acordando del castillo del Puente de Piedra" o cuando en los años ochenta "se cayó una casa en Rua Vieja que mató a varias ovejas" que según el historiador fue el origen del "desastre, comenzándose a arrasar la muralla".

Martínez Glera en tono irónico señaló que "lo mejor de todo esto es que nos va quedando tan poco patrimonio que dentro de un tiempo no va a ser noticia" ya que "no habrá nada".

En este sentido recordó que se dio un caso curioso en un edificio de Juan Lobo en el que "quitaron la fachada para que entrará el camión, hicieron la obra y volvieron a poner la fachada" aunque en ese caso "en vez de poner los números antes para poner las piedras en el lugar que estaban, lo que hicieron fue borrarlos, poner las piedras como fuera y después numerarlos".

Por su parte, el presidente de la Asociación de Amigos de La Rioja, Federico Soldevilla, mostró un ejemplar del año 1999 de la revista del Ayuntamiento de Logroño 'De buena fuente' en el que se decía que en los inmuebles de Rua Vieja "iban unos museos que contaban hasta con una partida presupuestaria" mientras que en el año 2005 "nos venden un hotel con 12 habitaciones" por lo que "aquí alguien ha metido mano y se ha cambiado algo, ya que ni se ha modificado la protección, ni el Plan General".

A la convocatoria acudió la historiadora del Arte, Begoña Arrúe, quien como motivo de la aprobación de la autorización de desmontaje por parte de la Comisión de Patrimonio de La Rioja, de la que formaba parte, dimitió de su cargo. Arrue afirmó que ya "apenas nos queda nada del siglo XIX y si ya tiramos lo del XIV y XVI, se pierde la historia".

Recordó que la apuesta contraria al desmontaje era "la conservación de la estructura y de los espacios del edificio" ya que "se trata de un inmueble de sillería de una casa que en origen fue medieval y luego se rehabilitó en el siglo XVI" y que si se desmonta "ya no nos queda otra para poder estudiar el sistema constructivo o el diseño arquitectónico" de este tipo de edificios.

Añadió Arrúe que si esto se hace "sin ningún tipo de seguimiento arqueológico en el lugar que nos encontramos, Camino de Santiago, pues ya hemos perdido incluso la posibilidad de crear una base y un archivo de datos para futuros estudios". Finalizó indicando que es "lamentable" que "tengamos tan poco interés por la historia"