Arbacares critica la "imposición" municipal y el retraso en las terrazas de Gran Vía y pide licencias "urgentes"

Europa Press La Rioja
Actualizado: jueves, 8 marzo 2007 14:47

LOGROÑO 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Asociación de Hostelería de La Rioja, Arbacares, denunció hoy la "imposición" del Ayuntamiento de Logroño en el mobiliario de terrazas y veladores en Gran Vía y el retraso que esta circunstancia está suponiendo para los establecimiento de la zona, por lo que pidió ayudas o exenciones fiscales y, sobre todo, que se den "de forma urgente" las licencias de instalación.

Según afirmó el director y asesor legal de Arbacares, Enrique Arévalo, "en enero se habló de la necesidad de modificar de urgencia las ordenanzas de terrazas, fiscal y de ruidos, con la pretensión de tener para la temporada las terrazas homogéneas en Gran Vía".

Esta situación suponía "una mejora", pero, en este caso, "lo grave es que, a estas fechas, no está aprobada y quedan, por lo menos, dos meses, hasta que pueda estarlo". Mientras tanto, el Ayuntamiento ha paralizado la concesión de todas las licencias para terrazas en la calle "lo que está causando un serio perjuicio a los 15 establecimientos de la calle".

La paralización se debe a que el Ayuntamiento "no permite instalar el mobiliario de terrazas con el que ya contamos, mientras llega el nuevo". Precisamente, el nuevo mobiliario para terrazas es motivo de rechazo por parte de Arbacares. A su juicio, los dos modelos planteados por el Ayuntamiento "no son ninguno de los que nosotros les presentamos, después de llegar a un consenso en el sector", una actitud que consideran como "una imposición".

En concreto, Arévalo apuntó que uno de los modelos, denominado 'Liceo', tiene un precio de 300 euros por silla, "que, por compra en gran cantidad, se quedaría en 160 euros". Las suministraría una única empresa en España, aunque hay "alguna oferta para traerlas 'copiadas' de China, por la mitad de precio, pero la empresa con la patente ya ha avisado que levantará acta notarial si las encuentra en la calle".

Además, le encuentran, además de un precio "que es cinco veces más de lo normal", su alto peso, de 6 kilos frente a los 3 habituales, incomodidad y dificultad para apilar, "lo que lleva a que ocupa mucho espacio". "Quizá el Ayuntamiento atiende a criterios estéticos para elegir este modelo, pero nosotros debemos atender a los prácticos, porque trabajamos con ellas", dijo.

El segundo modelo, 'Gaudí', sigue "doblando el precio de las sillas normales", ya que la empresa que la fabrica la suministra a 64 euros, y la comercializadora en Logroño, a 71. De todos modos, al igual que el modelo anterior, "sigue siendo incómoda, muy estrecha y muy pesada, con 5,5 kilos".

Arévalo incidió, además, en que, en total, hay que comprar unas 1.600 sillas y 400 mesas, "una inversión importante para la que no nos van a dar ninguna ayuda o exención de impuestos, como las que dan al comercio". Igualmente, rechazó la posible instalación de un quiosco "porque sólo se instalan en lugares sin oferta privada".

Por todo ello, desde Arbacares afirman que "no vamos a tolerar que se nos exijan gastos desorbitados, que no nos den ayudas, que se coloque el quiosco y, sobre todo, que no se nos deje poner el mobiliario que tenemos mientras nos suministran el nuevo que se decida".

Los hosteleros, que están pendientes de una reunión que van a mantener con el Ayuntamiento la semana próxima, en la que esperan una solución, reclamaron "que se puedan instalar las terrazas de momento, con el mobiliario antiguo; que se tramiten con urgencia las licencias; y que se consensúe con el sector un modelo de mobiliario razonable".

NORMA DE DISTANCIAS.

Por otro lado, tanto Arévalo como el presidente de Arbacares, Aurelio San Casimiro, consideraron "una buena medida de la que nos felicitamos" la suspensión por parte municipal de la nueva normativa que reducía distancias para la instalación de establecimientos hosteleros.

En este sentido, San Casimiro indicó que "esperamos que no sea sólo una demora, sino que no se vuelva a poner esta norma, que no sea sólo una medida electoral su suspensión, porque que no se ponga en marcha es algo que beneficia al sector".

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