LOGROÑO, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
La directora de Relaciones Institucionales de la Federación Española de Bancos de Alimentos, Pilar Niño, ha puesto en alza la importancia de una correcta "educación" desde las aulas para evitar "uno de los problemas más serios" con los que nos encontramos en la actualidad como es el desperdicio de alimentos.
Todo para evitar, entre otros, "los 7,7 millones de toneladas de alimentos que se desperdician al año en nuestro país" o, también, para dar claves para prevenir el "despilfarro en el hogar" ya que, según estudios de la Unión Europea, es en el propio domicilio "donde más alimentos se tiran" de toda la cadena alimentaria, cifra que alcanza el 42 por ciento de toda la producción.
Pilar Niño ha participado esta tarde en la Jornada 'El hambre y el desperdicio de Alimentos'. Una actividad que han organizado el Banco de Alimentos de La Rioja y la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), con motivo del 20 aniversario del Banco de Alimentos de la región. Junto a ella, la ponencia magistral ha sido impartida por el director del Navarra Center for Internactional Development, Luis Ravina, y han participado también el presidente de la Fundación UNIR, Luis Alegre, y el presidente del Banco de Alimentos de La Rioja, José Manuel Pascual Salcedo.
CÁTEDRA CON LA UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID
En su conferencia 'Desperdicio alimentario y los Bancos de Alimentos', Pilar Niño ha avanzado la apuesta de los Bancos de Alimentos para evitar este desperdicio y la importancia de una buena educación para conseguirlo. Para ello, ha avanzado, "hemos creado una cátedra con la Universidad Politécnica de Madrid y una de sus líneas de actuación en la que se sustenta pretende sensibilizar a los niños desde pequeños en las aulas para que conozcan este problema y aprendan, con pequeños gestos, a manejar los alimentos".
Además, los Bancos de Alimentos cuentan con otras acciones para evitar esta problemática que consisten, entre otras, en retirar, por ejemplo, fruta de la Unión Europea, ya que "cuando es para el consumo humano se reparten gratis" y nosotros "podemos entregar estos excedentes a personas que lo necesitan o transformar dichos alimentos en zumos o papillas para ayudar a las personas más vulnerables".
Se trata, como pieza clave, de "atajar los malos hábitos que todos nosotros tenemos y que, en la mayoría de los casos, no somos conscientes". Para ello también ha aportado alguna de las soluciones "obvias" con las que podríamos ayudar a evitar ese "despilfarro de alimentos". Así, ha indicado, "no comprar más alimentos de los que se necesitan, no improvisar a la hora de comprar, llevar una lista y adquirir solo lo que verdaderamente necesitamos, almacenar bien los alimentos o ajustarnos bien a los comensales". Claves "sencillas" pero que "muchas veces nos cuesta aplicar", ha sentenciado.
Por su parte, el director del Navarra Center for International Development, Luis Ravina, ha ofrecido la ponencia 'Pobreza absoluta y pobreza relativa'. En ella, pretende ofrecer las claves para "luchar contra la pobreza" y para ello es necesario "discernir entre estos dos tipos de pobreza".
Así, tal y como ha explicado a Europa Press, la pobreza absoluta "es aquella en donde no se tienen las necesidades básicas cubiertas" y la relativa tiene que ver con la realidad actual ya que "el mundo se está empequeñeciendo y nos comparamos con nuestros propios vecinos". Una pobreza que, "mal usada", puede ser "muy perjudicial para la estabilidad de un país o ciudad o región". Aún así, ha explicado, "es necesario saber abordar estos dos tipos de pobreza para ayudar de forma eficaz y ser capaces de asumir la diferencia y tomar las soluciones precisas para cada una de ellas".
Bajo estas premisas se está celebrando la Jornada 'El hambre y el desperdicio de alimentos' en el Centro Cultural Ibercaja de Logroño. Todo para "reflexionar sobre una de las necesidades básicas del ser humano y al mismo tiempo intentar dar solución a unos desperdicios que darían de comer a muchas personas".
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Cien por cien online, la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) tiene un modelo pedagógico propio con una metodología que permite desarrollar una formación de calidad y personalizada. Los alumnos reciben clases online en directo, se imparten más de 1.350 clases online semanalmente.
El estudiante tiene un tutor que le acompaña y ayuda durante toda su carrera y dispone de un campus virtual con la tecnología más innovadora y los recursos académicos que necesita. En la actualidad UNIR tiene más de 23.000 alumnos, de los cuales 5.000 son latinoamericanos y 1.500 empleados (1.050 docentes e investigadores). Se imparten 17 Grados, 3 cursos de adaptación, 47 Másteres Universitarios y 44 Títulos Propios. Fue aprobada oficialmente en el año 2009 y desde entonces se han graduado más de 11.140 estudiantes.
