LOGROÑO 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
El catedrático en Derecho Canónico en la Universidad de Almería José María Vázquez afirmó hoy que el sistema por el se fijó la financiación económica de la Iglesia fue una "chapuza jurídica", al tiempo que aseguró que, con esa fórmula, hay un "desfase del 40 por ciento", ya que desde hace años "no se ha revisado el 0,5 por ciento de aportación de los ciudadanos a través del IRPF".
Vázquez precisó que la Conferencia Episcopal se "conformaría con la elevación del porcentaje que se debía haber fijado en el año 1990 en torno al 0,85 por ciento".
Explicó que ha habido un "incumplimiento palmario" de lo acordado en el año 1979 entre la Santa Sede y el Estado Español, en el paso del sistema franquista por el que otorgaba directamente un presupuesto a la Iglesia por una fórmula por la que los ciudadanos a través del IRPF "entregaban una pequeña cantidad" a la Iglesia y el Estado "concedía a esta un suplemento".
Recordó que este acuerdo que, en su momento, dejaba la aportación del IRPF en un 0,5 por ciento, se tenía que haber revisado en el año 1988, pero se "prorrogó por tres años", al igual que sucedió posteriormente en los años 1999, 2002 e incluso en el 2005 que "en el que, en vez de dar una solución definitiva en los presupuestos del 2006, se mantiene la prorroga".
Vázquez señaló que, además, el Grupo parlamentario de IU-Los Verdes presentó una enmienda en el Congreso "para que no se diera a la iglesia más allá del 0,5 por ciento del IRPF y se suprimiera el suplemento que todos los años otorga el Estado al entender que había una sobre financiación", algo que fue "rechazado" por la mayoría del Congreso.
El catedrático de Derecho Canónico indicó que el Estado Español debe tratar a todas las confesiones como la ha de hacer un Estado laico "como otra formación social más". Señaló que, desde el momento en el que las confesiones religiosas permiten el ejercicio de un derecho constitucional como es la libertad religiosa, "son dignas de recibir apoyo económico por parte de los poderes públicos".
En este sentido, aseguró que el Estado Español "es laico pero no es abstencionista y le interesa lo religioso en la medida que les interesa a sus ciudadanos".
Afirmó que el Estado "no es más que una superestructura para gestionar los intereses comunes, por lo que no es el dinero del Estado, sino el de los ciudadanos gestionado por éste, con lo que deben ser los ciudadanos con sus adhesiones los que decidan donde deben destinarse el dinero".
Respecto a la financiación de otras confesiones religiosas además de la católica, señaló que, en su momento, en el año 1992 se planteó una financiación "parecida a través del IRPF" que "rechazaron", debido a que su presencia "minoritaria" hacia que no se cumplirían sus "expectativas". De todos modos, indicó que "se puede reconsiderar y extender la financiación del IRPF" a otros grupos confesionales.