LOGROÑO 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
La secretaria de Acción Institucional de Comisiones Obreras, Ana Terrazas, indicó hoy que el hecho de que, en La Rioja, sólo se haya formalizado una tarjeta de arraigo demuestra las "deficiencias" del sistema que rodea a este trámite. Por ello, consideró que la Administración "tendría que hacer algo".
Terrazas ofreció una rueda de prensa, junto a la responsable de CITE-Rioja, Maria José Sestau, para analizar el desarrollo del proceso de consecución de la tarjeta de arraigo en La Rioja. Se trata de un procedimiento que entró en vigor el pasado 7 de agosto, tras el proceso de regularización, para aquellos inmigrantes cuyas empresas no habían querido presentar sus papeles.
Para conseguir esta tarjeta es necesario certificar dos años de estancia en España, uno trabajando y no tener antecedentes penales. Con respecto a la segundo, la secretaria de Acción Institucional aseguró que "es muy difícil" demostrar una relación laboral, sobre todo, porque "la Inspección actúa sobre lo que se ve" y se puede dar el caso de que el inmigrante sea despedido antes de denunciar su situación.
Precisamente, señaló, este era el caso de la única persona que ha logrado la tarjeta en La Rioja. Se trata de un chico rumano que trabajaba en el sector servicios y al que, al cumplir un año trabajando, su jefe le dijo que "ya no le necesitaba más porque sabía que cumplía los requisitos para denunciarle y lograr el arraigo".
Comisiones Obreras, relató Terrazas, "venía siguiendo el caso" y decidió, ante la dificultad de demostrar la relación laboral, acudir al Tribunal Laboral, en vez de a un juzgado. Allí, se llegó a un acuerdo con el empresario y, aunque el trabajador tuvo que renunciar a la compensación económica, consiguió el arraigo.
Preguntada por cuántos inmigrantes se encontrarán en situación parecida a la de este chico, Terrazas señaló que "los hay, aunque es complicado saber cuántos", por lo que consideró que la Administración "tendría que hacer algo", ya que, aseguró, "el arraigo es una gran arma para la lucha contra la explotación y el fraude".
A su lado, Sestau acusó al Ayuntamiento de Logroño de desarrollar una política de "acoso y derribo contra la población extranjera", ya que, afirmó, "nunca se presenta la inmigración desde sus aspectos positivos". "El mensaje que se fomenta", dijo, hace que "el cincuenta por ciento de la población riojana crea que los inmigrantes consumen muchos recursos".
La responsable de CITE-Rioja mostró su "preocupación", también, por los criterios que se utilizan para dar las ayudas. Así, por ejemplo, indicó que para las chiquibecas se da medio punto por cada dos de residencia. Algo que "un inmigrante no puede cumplir y, en cambio, tienen mayor precariedad, rentas más bajas y más niños".