LOGROÑO 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de La Rioja ha condenado a un un total de 17 años de prisión a un acusado de robo con violencia e intimidación con uso de medio peligroso y otro delito de violación cometidos contra una joven en la Plaza Primero de Mayo de Logroño.
Además, se decreta el alejamiento de la joven durante 8 años y una indemnización de 12.012 euros. El juicio se celebró el pasado día 8 de noviembre en la Audiencia Provincial de La Rioja.
De acuerdo con el fallo, los hechos se remontan a las 2:30 horas del día 22 de abril de 2004, cuando la víctima salió de su trabajo y se dirigió a una cabina telefónica de la citada plaza para mandar un mensaje a una amiga.
Al verla el acusado, -B.E.T.A., mayor de edad, de nacionalidad ecuatoriana, y condenado con anterioridad por varios delitos de lesiones, agresión sexual y robo con violencia- se fue hacia ella "con ánimo de apoderarse de cuanto de valor llevase".
El relato continúa señalando que se acercó por detrás a la víctima, la agarró del cuello y, poniéndole ahí un objeto cortante, le conminó a que le diese el dinero que llevara, con lo que se hizo con 12 euros.
Posteriormente, siempre agarrando a su víctima del cuello, la obligó a ir a un aparcamiento de la Plaza Primero de Mayo. Una vez allí, apoyándola contra un coche, le dijo "tengo ganas de follarte", respondiendo ésta que "no", a lo que le contestó que "si no te dejes te voy a matar".
A continuación, de un brusco tirón le bajó el pantalón y la ropa interior, y siempre detrás de la víctima y con el objeto punzante en el cuello, la "penetró vaginalmente, llegando a eyacular'. Al oír el acusado que venía gente, la obligó a agacharse tras el vehículo, dándose seguidamente a la fuga.
Todos estos hechos constituyen, de acuerdo con la sentencia, un delito de robo con violencia e intimidación con uso de medio peligroso y otro delito de violación, de los que es responsable en concepto de autor el acusado.
En este sentido, la sentencia detalla que, pese a que el acusado dijo en el juicio no acordarse de nada, "existe una prueba incuestionable: el perfil de ADN del procesaro corresponden con las muestras de esperma extraído de la cavidad vaginal de la víctima".
Por ello, se le imponen penas de 4 años de prisión por el delito de robo -uno menos de lo solicitado por la acusación pública-, y de 13 años por el de violación, la misma pena que la reclamada en el juicio por el Ministerio Fiscal.
Además, establece alejamiento de la víctima, del domicilio de esta y de su trabajo, por 3 años en el caso del robo y de 5 en el de la violación. Asimismo, en concepto de indemnizaciones, deberá abonar 12.012 euros a la víctima.