LOGROÑO, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de lo Penal número dos de Logroño ha condenado a una multa de 540 euros, y retirada del carné de conducir durante dieciocho meses, tras una persecución policial, en Logroño, hace cuatro años. El acusado, incluso, tuvo que ser "arrancado" de su puesto mientras conducía "de medio lado, en posición erguida y sin reaccionar".
Según relata la sentencia, los hechos ocurrieron sobre las 22.10 horas del 30 de abril de 2002, cuando el acusado, J.J.L, de 49 años, natural de Logroño y vecino de Oyón, conducía un camión propiedad de una empresa vasca por el centro de Logroño.
El hombre conducía a pesar de haber ingerido bebidas alcohólicas "en cantidad tal que casi anulaban su capacidad para conducir", por lo que colisionó con dos vehículos "correctamente estacionados" en la calle y con unas balizas de señalización de obras.
Uno de los turismos sufrió desperfectos valorados en 1.652,25 euros y el otro por 734,58 euros. Pese al accidente, el acusado continuó su marcha, entró en la carretera de la circunvalación y dirigiéndose al Polígono de Cantabria.
Alertada la Policía, dos agentes le vieron circular "muy lentamente" por la rotonda de Soto Galo, por lo que se pusieron a su altura con luces luminosas y le ordenaron detenerse. Sin embargo, el conductor no hizo caso, por lo que pusieron en marcha, también, el sistema acústico, ya que les miraba "sin percibir lo que tenía a su entorno".
Uno de los agentes abrió la puerta y le requirió que se parara, pero no obtuvo respuesta por lo que se subió a la cabina "notando un fuerte olor a alcohol" y viendo como el acusado conducía de medio lado, en posición erguida y sin reaccionar lo "arrancó materialmente" de su puesto y detuvo el vehículo.
Sometido a la prueba de detección alcohólica, con etilómetro debidamente homologado, arrojó positivo de 1,46 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, a las 22.55 horas, y de 1,40 miligramos por litro de aire espirado, a las 23.13 horas, rehusando realizar la prueba de contraste mediante extracción sanguínea.
El acusado, relata la sentencia, presentaba como signos externos más relevantes rostro congestionado, ojos velados, aliento a alcohol, voz pastosa y titubeante, expresiones incoherentes con repeticiones, deambulación vacilante y con incapacidad para coordinar movimientos. El detenido dijo haber tomado Colme y antidepresivos, aunque no lo demostró con las oportunas recetas.
La jueza le considera autor responsable de un delito contra la seguridad del tráfico y le condena a una multa de 540 euros, además de privarle del derecho a conducir vehículos de motor y ciclomotores durante dieciocho meses. También le pide que indemnice a los dueños de los turismos con el valor de los desperfectos.
