El magistrado, presidente de la Audiencia, lee a la defensa la Ley de Enjuiciamiento tras varias llamadas de atención
LOGROÑO, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un cuarto agente, el último de los que estuvieron presentes en la supuesta confesión de Borja M.M, ha corroborado hoy el relato de los hechos que apuntan a que asesinó a Vanesa.
Desde el pasado martes, la Audiencia Provincial juzga a B.M.M, al que se le acusa de un delito de asesinato tras la aparición del cadáver de su ex mujer, Vanesa, y por el que la acusación pide veinte años de cárcel y la defensa la absolución.
Hoy, las comparecencias han empezado con la intervención del inspector jefe del Grupo de Homicidios, con sede en Madrid, que, tras conocer la existencia de una "desaparición inquietante", acudió a Logroño el 5 de noviembre y participó en la inspección de los domicilios de Vanesa y del acusado.
Como "más significativo", ha señalado que encontraron una botas de Borja con evidencias que determinaron al Luminol, y a la Bencidina ya en laboratorio, restos biológicos, posiblemente sangre. También se encontraron restos de haber arrastrado algo en casa de Vanesa.
La casa estaba limpia, "como es habitual" tras un crimen, pero "es imposible desaparecer todos los vestigios, incluso para un policía", ha explicado.
Además, se ha referido a la 'confesión' extra oficial (y después negada) del asesinato, por parte del acusado, según éste "accidental". "Cuando uno reconoce estos hechos", ha dicho el agente, "nunca dice toda la verdad, en algunos aspectos se le creyó porque coincidían con las investigaciones oculares, pero no se le dio credibilidad total".
Así, por ejemplo, no se le creyó con respecto al lugar exacto en que dijo que había lanzado el cadáver al Ebro (en el puente junto a la depuradora). Así pues, decidieron no comprobarlo y apareció más tarde a la altura de Baños de Ebro.
LLAMADAS DE ATENCIÓN A LA DEFENSA
Tras varias llamadas de atención al abogado de la Defensa, Silvio Garrido, el magistrado encargado del juicio, presidente de la Audiencia Provincial, Alfonso Santisteban, le ha leído la ley de enjuiciamiento criminal.
En ella, se habla de multas de entre 5.000 a 25.000 pesetas, por falta de respeto al presidente de la sala, y le ha advertido de que, si no ceja en su empeño, le pondrá multa y, después, le imputaría delito de injuria contra el tribunal. "Desacato no porque ya no existe", ha dicho.
