LOGROÑO, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de la Jefatura Superior de Policía de La Rioja, Ricardo Hernáiz, confirmó hoy la detención del principal sospechoso de la colocación de dos artefactos explosivos en dos entidades bancarias en Logroño y Albelda, el pasado 30 de noviembre. Indicó que además de éste fueron detenidas dos personas más, su compañera sentimental y su madre, si bien está última quedo en libertad con cargos.
La detención se produjo tras las investigaciones llevadas a cabo por el Grupo de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Jefatura Superior de Policía de La Rioja en colaboración con el Grupo de Secuestros y Extorsiones de la Comisaría General de Policía Judicial.
Hernáiz indicó que la detención del principal implicado, J. C. C. G., de 44 años de edad, natural de Amurrio (Álava) se produjo en la vía de servicio de la Autopista cercana a la localidad de Alsasua (Pamplona), procediéndose posteriormente a la detención de su compañera sentimental A. R. B. L., de 52 años de edad, natural de Bilbao, y de su madre M. G. C. de 68 años de edad, natural de Yeste (Albacete), todos ellos sin antecedentes.
Como consecuencia de las detenciones se produjeron dos registros domiciliarios, uno en Nalda, donde residía la pareja desde hace 8 años, y otro en Amurrio donde residía la madre del detenido.
En los registros según Hernáiz se encontraron "diferentes armas, tres rifles del calibre 22 milímetros con munición, visores para los rifles, elementos de puntería láser, dos pistolas detonadoras, una pistola ballesta y una pistola de aire comprimido". Además "diversos material eléctrico, dos ordenadores, siete teléfonos móviles y una cámara de fotos". También fueron encontrados recipientes de plástico de 5 litros de queroseno, mezcla de gasolina y aceite utilizada en el compuesto, y parte de las prendas reflejadas en el vídeo que recogieron las cámaras de seguridad.
En las proximidades al domicilio de la casa de Nalda se encontraron pruebas de disparos sobre cristales de diverso grosor, posiblemente como un previo cálculo de los disparos que efectuaría sobre los cristales de las oficinas.
Hernáiz explicó que el principal detenido tras una campaña de intimidación, con disparos a cristaleras de 4 entidades bancarias, llevada a cabo días atrás a la colocación de los artefactos incendiarios, intentó "desviar la atención de la investigación hacia el terrorismo islámico".
J.C.C.G, además antes de disparar contra las sucursales bancarias y colocar los explosivos, "remitió a los servicios de atención al público de las entidades bancarias, correos electrónicos amenazantes exigiéndoles la cantidad de 100.000 euros". Si las cajas de ahorro "accedían a dárselos, él les diría quien componía un grupo violento muy peligroso que atentaba contra intereses de entidades bancarias".
Según el relato de Hernáiz, "al no hacerle caso, incrementó la presión, confeccionando y colocando los artefactos incendiarios".
Al detenido se le imputan 5 delitos, uno de estragos, por los artefactos explosivos, otro de daños, así como otros tres de amenazas condicionales con ánimo de lucro; de tenencia ilícita de armas y munición de fuego (no tiene licencia de armas); y uno de simulación de delito. (Precisamente se le intervino el ordenador con el que presuntamente creaba los correos maliciosos y que había denunciado ante la Guardia Civil como robado)
A A. R. B. L., compañera sentimental y a M. G. C., madre, se les imputa un delito de amenazas condicionales con ánimo de lucro. Debido al estado y a la edad de la madre, ésta fue puesta en libertad con cargos tras ser escuchada en declaración.
