Un estudio refleja que entre el 70 y 80 por ciento de internos en las cárceles tienen problemas de drogodependecias

Actualizado: jueves, 16 marzo 2006 14:09

LOGROÑO, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un estudio realizado por la Unión de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (UNAD) titulado 'Drogodependencias y prisión: situación en las cárceles españolas" refleja que entre el 70 y 80 por ciento de los 60.000 reclusos españoles tienen problemas de drogodependencias.

El estudio, patrocinado por el Plan Nacional de Drogas, fue presentado hoy por uno de sus coautores, José Luis Jiménez, acompañado del presidente de la Asociación Riojana de Ayuda al Drogadicto (ARAD), José Luis Rabadán.

Precisamente Rabadán indicó, a la vista del trabajo, que la situación es "francamente mala", debido entre otras cuestiones a la "carencia importante de recursos asistenciales" en las prisiones españolas.

Jiménez explicó que el estudio se realizó sobre unas 1.000 encuestas a internos de los Centros Penitenciarios de Picassent, Sevilla, Huelva, Ocaña II, Topas, Villabona, León y El Dueso.

Con el informe, entre otras cuestiones se trataba de conocer "las características que determinan la identidad de la población penitenciaria con problemas de droga; tener mayor conocimiento de las infraestructuras, servicios y recursos en los Centros Penitenciarios en la atención a la población con problemas de drogodependencia".

Además, según el coautor del estudio, preveía "contemplar la situación y percepción de la población penitenciaria con problemas de drogas y plantear propuestas de futuro que permitan la elaboración del Plan de Acción conjunto para los reclusos con problemas de drogas".

Del estudio se desprende el perfil de las personas con problemas de drogas en prisión, que encaja con el de un varón de 34 años de edad, de nacionalidad española, con muy baja formación académica y profesional. Además pertenece a una familia numerosa de corte tradicional, en el que mantienen una baja formación en la unidad familiar, con una situación socioeconómica media-baja, en el que también tienen hermanos consumidores de droga.

El informe señala que estas personas, además, son consumidores en la actualidad de droga, con tratamiento farmacológico para mitigar la adicción. También se indica que tienen penas de segundo grado, con una media de cuatro años, por delitos en su mayoría contra la propiedad.

Jiménez destacó del exhaustivo estudio, que el 49,9 por ciento de los reclusos padece enfermedades asociadas al consumo de drogas, siendo la más frecuente la hepatitis, con el 82,3 por ciento. Les sigue, con el 37,2 por ciento, los anticuerpos de VIH; la tuberculosis, con el 10,1 por ciento; y el SIDA, con el 8,5 por ciento.

Por todo ello, el responsable de ARAD en La Rioja, José Luis Rabadán reclamó, entre otras actuaciones para paliar este problema, "la flexibilización del tercer grado, dotar a los reclusos de los mismos recursos que tienen los drogodependientes en el exterior, se amplíe las suspensiones de condena, así como otras alternativas como libertad vigilada o trabajos de servicios a la comunidad".

ARAD trabaja en el Centro Penitenciario de Logroño, desde hace 14 años, con una población en la actualidad de 382 presos, "de los que, al igual que en el resto de España, el 70 u 80 por ciento tienen problemas de drogodependencias, es decir unos 280".

Allí ofrecen información general sobre ARAD, pero "centrándonos sobre todos en el Programa de Atención a Drogodependientes en el Centro Penitenciarios", además de atención psicológica y seguimiento del proceso de condena, ingreso en comunidad terapéutica en régimen de internado, y también ingreso en el Programa Terapéutico para la rehabilitación del toxicómano y salida al Programa de Atención General, en el que, en el 2005, se atendieron a 84 casos.